martes, 7 de marzo de 2023

José Luis López Vázquez

JOSÉ LUIS LÓPEZ VÁZQUEZ: 40 AÑOS DE ESCENA ESPAÑOLA Así es como define el Diccionario Mundial de Actores, de la editorial JC (1998), a José Luis López Vázquez: "Figurinista y ayudante de dirección de teatro antes que actor, José Luis López Vázquez forma parte, por derecho propio, de los últimos cuarenta años de la escena internacional. A principios de los 50 empieza en el mundo del cine y su trayectoria combina la comedia de sus inicios con el drama de su última época. Premiado como mejor actor en dos ocasiones por el Festival de Cine de Chicago y Medalla de Oro de las Bellas Artes en 1985, posee un historial impresionante y difícilmente superable de nuestra cinematografía". Y se suceden, acto seguido en el citado Diccionario, varias páginas repletas con la enumeración, año a año, de sus incontables películas, obras de teatro y trabajos para televisión. Sin embargo, preguntado hace pocos años, en una entrevista para la televisión, acerca de por qué seguía en el candelero,confesaba José Luis López Vázquez que, si seguía trabajando, era únicamente por necesidad. Pero no por necesidad existencial, sino "por mantener mi status. Que es muy alto. Bueno... (dudando). Bastante bueno". Y aseguraba que, de tener una posición económica holgada, dejaría de trabajar. Acto seguido añadía, aludiendo sin duda a su estado físico, pero también a sus cualidades en general: "Es que te tienes que cuidar mucho, porque si no... Que te quedas hasta sin músculos. Y eso exige un status muy alto". Impresionaba tanta sinceridad en un gran mito (no suelen hacer gala de sus lacras si no es delante del fisioterapeuta) y no dudé de que tenía toda la razón. Mantenerse activo y vigoroso cumplidos los 70, exige, quién lo duda, además de no bajar la guardia, cuidados que requieren muchísimo dinero, o al menos una cierta despreocupación por el vil metal. Ahora bien, en lo de dejar de trabajar, me quedó cierta duda porque, viendo su trayectoria, y sobre todo viéndolo a él, da la impresión de que José Luis López Vázquez no podría estar parado. Ni forrado en oro podría dejar el teatro. Efectivamente, desde que a los 17 años empezara a trabajar como actor en el TEU (Teatro Español Universitario), hasta que obtuvo los primeros éxitos como protagonista, ya en 1951, y hasta el día de hoy en que sigue en perfecto activo ("Tres hombres y un destino", comedia estrenada en noviembre de 2004 en el Reina Victoria, de Madrid), José Luis López Vázquez no ha parado nunca de trabajar. Debutó en el María Guerrero en 1946, con "El Anticuario", al que sucedieron "El vergonzoso en palacio" y "La dama boba". No era él el protagonista ni fueron papeles sonados, por lo que se pasó al cine donde pronto cosecharía los mayores éxitos, primero bajo la dirección conjunta de G. Berlanga y Juan Antonio Bardem (Esa pareja feliz, 1951) y más tarde de la mano de Conchita Montes y Alberto Closas sucesivamente (Una señorita de Valladolid, 1958). Inició así una carrera meteórica en cine y a él están ligados para siempre, en nuestro recuerdo colectivo, títulos de películas tales como "Plácido" y "El Verdugo", ambas de Berlanga, o "El pisito", de Marco Ferreri, o "Atraco a las tres", de José María Forqué, a cuyo inefable cajero puso rostro, voz y ademanes José Luis López Vázquez. Por no hablar de la antológica "Mi querida señorita", de Jaime de Armiñán, con la que ganó el premio al Mejor Actor Protagonista, concedido por la Asociación de Periodistas y Críticos de cine, en 1975. Todavía hoy, cuando se repone alguna de estas películas, algunas en riguroso blanco y negro, resulta admirable de todo punto constatar la extraordinaria calidad de aquellos trabajos. Seguiría después una intensa colaboración con Carlos Saura, del que fue casi el actor totem: "Pipermint frappé"; con Antonio Mercero: "La cabina"; con Mario Camus: "La colmena". Cuenta en su haber con más de 300 películas, amén de las innumerables obras de teatro en las que ha tenido un papel protagonista, así como las incontables actuaciones en televisión, pues en su larga e intensa carrera ha cultivado todos los géneros dramáticos: Baste decir, en lo que al teatro se refiere, que trabajó cuatro años a las órdenes de Luis Escobar, uno de cuyos frutos fue la representación como protagonista de Equus, de Peter Schaffer. Valgan también como ejemplos, títulos tan diferentes como "La muerte de un viajante", de Arthur Miller, en el Teatro Bellas Artes, y "Que viene mi marido", de Arniches, estrenada en el Alfil, trabajos por los que mereció en Premio José Isbert al mejor actor en 1996. A este último autor español, Carlos Arniches, se puede decir que nadie lo ha sabido interpretar como José Luis López Vázquez y José Sazatornil (Saza). O "César y Cleopatra", estrenada en versión de Manuel Martínez Mediero, en el Festival de Teatro de Mérida 2001. A ellos sucedieron más tarde "Cena para dos", de Santiago Moncada, repuesta en dos ocasiones con gran éxito, el ya clásico de Brodway "La extraña pareja", en el Teatro Alcázar, así como la actualísima "Tres hombres y un destino", de Lorente y otros, en la que comparte actualmente papel con Agustín González y Manuel Aleixandre, en el Teatro Reina Victoria. En el año 2002, José Luis López Vázquez fue premiado con el Nacional de Teatro y le acaba de ser concedido el Goya de Honor 2004 por la Academia Española de Cinematografía, galardón cuya entrega tendrá lugar en enero de 2005. Y ahí sigue. Ojalá que por mucho tiempo. JOSÉ LUIS LÓPEZ VÁZQUEZ, FIGURINISTA Muy pocos saben que José Luis López Vázquez, antes de ser famoso actor, era un gran figurinista. En ambas disciplinas se inició como autodidacta, pues para ayudar a su madre, empezó a trabajar enseguida. Uno de sus trabajos fue el de administrativo de farmacia, que ejerció desde los 16 años. De la mano de José Caballero llegó a formar parte del ambiente de La Barraca y fue así como empezó a dibujar figurines. Aquél le presentó a Modesto Higueras (director del TEU), con el que entró ya de lleno en el mundo del Teatro, primero como cartelista y más tarde con papeles sin frase en cine, en teatro, hasta que, ya en los años 50, le llegó el éxito con El pisito, película en la que se consagró. Sus figurines son elegantes y están llenos de influencias: La espera, por ejemplo, tiene todos los ingredientes del Romanticismo y en los colores se advierte una gran sensibilidad. La impronta de Dalí se advierte en sus dibujos, pero también la de Magritte y Giorgio de Chirico y cómo no, la de Jano, el gran cartelista español del que fue gran amigo. Respecto al primero era tal su admiración, que se ofreció a trabajar gratis en la escenografía del Don Juan Tenorio que la compañía María Guerrero, había encargado a Dalí. En el Museo Nacional de Teatro de Almagro se pueden ver figurines, dibujos y otros objetos relacionados con la trayectoria profesional de López Vázquez, quien donó a esta entidad, en 2007, todo el material relativo a su carrera que tenía guardado en sus archivos privados. La Fundación AISGE expone ahora estos trabajos salidos de sus pinceles pertenecientes en su mayor parte a la colección Carmen de la Maza, su última compañera. Al acto de presentación asistieron muchos directores de cine y de teatro y muchos de sus compañeros allí presentes tuvieron palabras elogiosas para él. Irene Gutiérrez Caba, la gran dama del Teatro, contó cómo eran de famosas sus postales de Navidad. Las hacía él mismo. La última Navidad lo habían llamado para felicitarse mutuamente y ya él no estaba de humor para postales. El día de la inauguración (11/03/13) hubiera cumplido 91 años. Murió el 2 de noviembre de 2009. Un gran genio como actor y ahora descubrimos muchos esta otra faceta no menos genial. María Anunciación Fernández Antón

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