martes, 31 de marzo de 2009

My mother

Volviendo a casa from Palace Dancing Queen, enciendo el móvil que dejé chupando su biberón de luz corriente: Llamada perdida (2) de su señora madre. -¿Hora? 22. Improcedente. ¿Edad? 86. Imprudente. Alerta problems, me cago hasta en lo más limpio. Enciendo a las 7 y llamo, ella vela al alba: Que ahoar no puedo, estoy en la cama. Olé! Sólo quería saber mis planes para el de Ramos, que ya llegan los de Vic y tienes que estar. Mejor que yo vive y mora. Es mi logro y mi honra, my mother.
Los de la casa trinaban a su manera (carreras, pateos, rechinar, persianas que se cierran con furia, postigos que se golpen con saña delatora) qué puedo hacer yo. A mí tb me han llegado cosas a través de lso tabiques que hubiera preferido mil veces no oír. Soy la primera perjudicada por activa y por pasiva: Por un lado no puede haber vida privada, y por el otro, te enteras de cosas que te hacen perder hasta la inocencia. Cuando se es de una familia en la que no hay nada que rascar, no se comprende, sí se comprende pero uno no se lo imagina, cómo, las vísperas de la muerte de alguien, se puede montar un drama para forzarle a cambiar un testamento, por ejemplo. Y sólo lo comprendes ante el hecho irrefutable de su muerte, los gritos, las algarabías, el dolor, la soledad que propicia el acorralamiento, todo lo que oíste, cobra sentido ante el hecho y te estremece, hasta entonces no sabías de qué se trataba.

Cervantes y sus directores cachondos

Esta mañana celebró el instituto Cervantes su 18 aniversario. Fiesta con sus directores como protas pero poco, "caicrisis". Mariano e Isabel muy buenos pero sin lomo ni exquisiteces, la tortilla lo mejor.. El de Tamarón ha sido uno de ellos, Juaristi el melenitas otro, decían dos empleadas cuchicheando detrás que éste había sido el más desastroso aunqu el de mejor trato, siendo el de Tamarón insoportable. La present de "18 comiditas" no aportó nada, en la sgae, así que no duré nada, por la acera de Barquillo oí al de Tamarón hablar por tel y decir que el mejor dir del Cervantes sería Aznar, le seguí y los 18 del Cervantes aportaron lo dicho, pero hubo que aguantar el rollo. Más me hubiera valido ir al Inst árabe pero quedaba más lejos y me tiré a lo seguro. Ayer en la present de Diario de un poeta recién casado de JRJ en un palacete oficinal de Fdo el Santo, 15, se me ocurrió que yo puedo escribir cosas así:
Mi banco se feminiza (poema): Mi banco se feminiza. /Ayer se me presentó a la nueva directora: alta, guapa, joven, cotorra, toda vitalidad y pujanza./ Detrás de ella iba Ángel, dire hasta ahora: Yo ya me voy. -¿Ahora? -No, en junio. Como pidiendo perdón por lo que le queda./ Hace nada por Navidad, José Luis se despidió: Yolanda será con quien te tengas que entender, y me presenta a una que remoloneaba hacía semanas por la oficina. Con la que vas a entenderte de ahora en adelante. Yo me rebelo por dentro: -¿Entenderme? Me iré./ Mi química va hacia el hombre, pero es el signo de los tiempos: la igualdad que va a generar más desigualdad, el h que huye para dejar el sitio (campo) libre, a ceñirse el peplo y coger la fregona. Como en tiempos de Shakespeare pero a la inversa, sólo van a trabajar las mujeres./ Voy a la caja: -Dame... -Ya me lo puedes pedir pronto que mañana es mi último día. ¿Y te sustituye una tía? -Sí. Así que la culpa la tienes tú -me espeta Manolo.

jueves, 12 de marzo de 2009

Hobbes

Me encuentro con una nota que tomé durante una presentación en Fuentetaja. El que hablaba era Zerolo, y como me aburre horriblemente con sus reivindicaciones para todos y para todas, me dediqué hojear un libro de Hobbes, Leviatán, en el que explica algunas claves del desagradecimiento: "Lo natural es odiar al que nos ha hecho algún beneficio siempre que se trate de un igual, porque los beneficios obligan y la obligación que no puede corresponderse, servidumbre perpetua, y esta sitaución, en definitiva, se resuelve en odio." Yo leí hace tiempo en un francés, y lo tengo anotado, que tal vez el desagrdecimiento tenga sus raíces en la imposibilidad de pagar, debía ser discípulo de Hobbes. "Por el contrario, añade éste, haber recibido beneficios de alguien considerado superior, inclina a amarle, porque la obligación no engendar una degardación en este caso; y la aceptación lisonjera (gratitud) es para quien otorga el beneficio un honor que generalmente se considera una retribución". La cosa no es sencilla y tiene mucha tela. Yo creo que se odia al que se debe algo y no se le invita a las fiestas para no acordarnso de la deuda. ¿Vale? Mi experiencia va por ahí, aunque es cierto que se cuenta con más orgullo el favor que le debes a un superior. Tela.
En otro orden de cosas, mi madre me ofreción en el momento de irme, 20 euros para mi cumpleaños. A los nietos les da cuando menos 50, y a mí, que soy la tonta Petronila, me ofrece 20. Debe haber gastado más de la cuenta en estos meses porque si no. Es el mismo comportamiento que ella me contaba en mi abuela y en mi tía, a las que ella cuidó: Le daban chocolate después de haber pasado con ellas la noche entera. A los ausentes, todo, todos los dineros, todo el agasajo y la boca agua, todo les parecía poco para darles. Ella criticaba dolida estas injsuticias que ahora ella comete calcadas. Yo fui expresamente a su cumple, volví a ir cada vez que enfermó, no la dejé hasta verla restablecida valiéndose por sí misma con la moral bien alta y el apetito vivo, le llevé un chaquetón de 90 euros que no se va a poner y que le queda precioso... Y me ofrece 20 euros. No los cogí, claro, no hubiera cogido nada porque me va muy bien así, digamos que es mi gesto más noble ocuparme de ella, pero no puedo menos de recalcar que ella hace conmigo lo que hicieron con ella, cuando estaba de criada gratis total con la abuela y la hermana de la abuela, y ellas suspiraban por los ausentes viéndola disfrutar con el chocolate cada mañana. Pensarían que esatban haciendo con ella una obra de caridad después de que se había matado a cocinarles y fregarles, lavarles la ropa y todo lo demás. No quiero ni pensar, yo cargada de hijos y de miserias como ella estaba, lo que les hubiera dicho. Seguramente nada, como ella, y tragarme la rabia y la humillación, para no ir de contestataria, que ya estaba bastante señalada como tal. Y por miedo a que le dijeran: Pues si no estás contenat, no vuelvas, algo era algo el chocolate y alguna miguita que pudiera llevarnos a nosotros. Eran otros tiempos, no se reclamaba a lso padres, ni a nadie.

el séptimo cielo

El séptimo cielo es uan peli alemana que trata el sexo en la tercera edad, y el amor, de una manera encantadora y muy realista. No rechaza el desnudo y sin embargo, no hay morbo hacia cuerpos devastados. Está ahora en los kioskos el cartel con los dso viejos desnudos (sólo de la mitad arriba, en la peli desnudos del todo) y satisfechos de haberse conocido. Hay drama, hay tragedia, nada pasa sin consecuencias. Tb vi una, alemana tb, sobre la Baader Meinhoff, bellísima de imágenes alucinantes que trata a los terroristas como místicos sanguinarios, lo que recuerda la secta de los Asesinos (esta semana oí decir que los ismailitas, sucesores de aquéllos, son los únicos pacifistas del convulso Afganistán, y que son los otros, los talibanes y los no sé qué, los que suben cada poco a quemarles 100 escuelas porque escolarizan a las niñas junto a los niños, sí fue un motero en CasaAsia, que presentó un recorrido en moto por Asia) es decir, supeditando todo a la revolución contra el sistema (los hijos, el sexo, etc.) pero sin renunciar a todo ello cuando se puede, sus misteriosas muertes en prisión y la fascinación que causaban en la juventud (un mito, dice Bruno Ganz, el comisario que quiere acabar con ellos) y hasta en los viejos, para quienes suponían un idealismo al que ellos habían renunciado para vivir. Todavía se estrenó ayer The visitor cuando ya hace un mes qu eme impactó, la historia de este jubilado viudo que todo lo tiene y cuando encuentra su casa ocupada (su segunda vivienda, en realidad), se enamora literalmente de una historia y decide dejarlo todo para resolverla. El prota, tb profesor universitario, trabaja tb en una de terror doméstico malísima, de desdoblamientos inverosímiles que no convenció.
25 kilates es catalanaa, y en ella trabaja el mismo que en La silla, que discurría en las calles terribles del San Adriá dominado por las tres torres de la central. Me ha dado ganas de conducir. Del cine del buen cine siempre salgo con un espíritu de elevación aunque sea el de perderle el miedo a conducir. Que si un amigo necesita que le ayude a dar un golpe (banco, joyería, herencia...) no se vea frustrado porque yo. No le tenga yo que decir que no sé conducir. Que tengo el carnet desde hace cien años pero sin usar.
Todavía vi otra maravillosa en el Palafox, pero maldita sea, soy incapaz de recordar. Sí, sí era en francés, de Sophie Marceau, un grupo de mujeres que desde Londres, en 1944, preparan una operación "a muerte" contra los nazis que ocupaban Francia. París es el escenario final donde se desarrolla el duelo, que culminó con éxito, el hospital para invidentes Duroc y el Hotel Regina los interiores, y el malo malísimo, que está como un queso, es el coronel Heinrich, que se ha olido el desembarco de Normandía, impensable porque, por lo visto, no había puertos y construyeron uno flotante. El tío vivía en una suite del Regine y se trasladaba de ella a la sala de torturas con una naturalidad como sus movimientos de cabeza.
La rueda era en el Intercontinental. De allí pasé al CBA a la present del libro Jesús Neira (Espe, Bibi, la señora del héroe que va para diputada) y por momentos, oyéndoles hablar a todos por turno, me parecía que hablaban del mismísimo Jesús de Nazareth. Hay una faceta desconocida de la vida de Jesús... Un gran sufrimiento que tuvo que superar con fuerza y una gran valentía