Estamos en el Teatro Infanta Isabel, un espacio donde tantas obras estrenó Miguel Mihura, para reivindicar la figura de un dramaturgo que siempre se ha presentado como conservador, cosa que sí era, y mucho, pero sobre todo era un genio. Cómo sabía manejar la maquinaria teatral, qué carpintería tan perfecta teatral construía a partir de un detalle de su propia vida. Los medios, por supuesto, afirma Gerado Vera, no son los mismos que tenía el Infanta Beatriz en los años 50. La obra cumbre de Mihura, la más representada tanto en teatro como en cine, tiene así el mejor equipo para darle una oportunidad de hacer que recobre toda su actualidad, que es mucha, sin dejar de ser conservadora, que también lo es y mucho. Pero ojo, dice eso tan moderno y que tanto oímos actualmente: ¿Somos lo que queremos o lo que nos dejan?¿Realmente somos lo que creemos ser o lo que nos demás nos ven?
También habla de corrección política, eso -esa lacra asesina del genio- que tanto nos atormenta ahora que tan libres somos, porque resulta que, ahora que no hay censura, nos tenemos que corregir constantemente a nosotros mismos. ¿Se expresarían ahora lo mismo, con tanta libertad los personajes de Mihura?, ¿con tanta libertad y galanura como entonces estos seres salidos de lo más bajo y lo más comodado de la sociedad?
Vera: -Tenemos un equipo y una manera (hablo de expresividad, no de tecnología) que el público avala acudiendo a los espectáculos. Estamos ante un espectáculo de una gran teatralidad y un grandísimo talento, tiene una carpintería perfecta porque Mihura era un genio. Conservador, sí, pero talento. y a la vez un perfume de vanguardia (Ionesco) europea que transciende transgrede y que da unos personajes con una parte sumergida que (yo creía que eran lo que contaban pero no) hace que crezcan a cada minuto.
Todo este juego teatral de Mihura, con una puesta en escena convencional y unos actores convencionales, no funciona4rían. y no hablo de medios tecnológicos, qué va, ni 3D ni 4G, hablo de que con un cambio de luz hemos situado a las putas mirando por el balcón/mirador, los pájaros en las jaulas se oyen pero n9o hacen falta pájaros... Y la música, nada de original, toda del franquismo, 4 canciones no te digo más que una: Están clavadas dos cruces... Es franquismo puro y duro pero eso no se menciona nunca, ni hay foto de Franco ni crucifijo en las camas... pero uno ve de qué va. Es un espectáculo moderno para que el espectador cree sus propias atmósferas. Vemos cómo se movían en una soc que ojalá no vuelva nunca más.
A Vera le ofrecieron dirigir La svisitas deberían estar prohibidas por el código penal pero no llegó a hacerla
Le obsesionaba las putas como solterón empedern que era Mihura t una parte de Marcelino, Maribel le dio mucho dinero y a él el dinero le gustaba era muy pesetero A Sara M le encantó su mirada, se hubiera casado con él de verdad pero él la rechazó por eso, . ¿Era tan ingenuo? De verdad no sabía desde el ppio y las tías lo mismo? Por supuesto, eso el espectador de hoy ni se lo pregunta. Y los actores de hoy, tampoco, pero por supuesto parten de la base de que no lo saben. Pero Marcelino de ingenuo, nada, es Mihura, un tío que te puede clavar un cuchillo (al final se juega con eso en la investigación policial), y sus tías son dos putones, están deseando casar al sobrino viudito e incordiante con la que sea, para librarse de él y liberarse ellas. Hoy el espectador no se va a pr3eguntar eso, lo t clarísimo. M era un niño conservador, turbio, enmadrao, que se le aparece una prostituta con una inmensa nec familiar. Ese lado turbio se va aclarando por el amor y Maribel va abriendo ventanas y viendo el futuro. Esa es la clave de todo, la capacidad transformadora del amor, que se enamoran.
Pero lo bonito es que se enamora, y ella lo mismo, y a demás de la clas emedia, que es muy pegajosa. Ella ya no sse quiere ir porque porque la clase media la ha atrapado: el té, la cocina limpia, el salón con los sofás, el mirador y el papel pintado... Esa cosa tan pegajosa de la clase media la ha atrapado.
Pero los personajes son tan maravillosos porque van buscando el cambio, la renovación por la bondad de las personas. Lucía quintana: Por eso Maribel, a pesar de sit surrealistas, es capaz de descubrir que p haber un cambio en su vida.
Salaberría: Era su sociedad, y no hay cosa más hermosa que ser sincero con uno mismo. Lejos de criticarla, le ve las ventajas y quiere volver a empezar, le encantaba, lo habían perdido todo pero, lejos de lamentarse de lo perdido, no se lamentan sino que quieren renacer de las cenizas. Maribel es su oportunidad de volver a empezar.
Ésa es la clave del amor, que se miran en dos espejos y ven que se van haciendo mejores al enamorarse. se reconocen como iguales?
Las 3 prostit son distintas entre sí: cada una es capaz de expresar y experimentan odio, solidaridad de la calle, intuición. Todos tienen tersonalidad propia.
Vera: Maribel (si supiéramos la clave del éxito, no tendría gracia) yo ya estoy harto de imaginar cosas que van a arrasar y encontrarte con un 30 % y cosas como Las personas decentes me asustan, con María Asquerino, lleno.
Mihura se sabía el ADN del español medio: menos mal que el público que viene a vernos es mucho emnos inteligente que nosotros. Escribía para la clase media y ellos entendían bien esos diálogos de besugos que se dan entre gente que vivía en la calle Hortaleza.
Alicia Hermida: A mí me parece modernísimo, no es como nos vemos sino como nos ven los demás. Toda esa locura que se inventa el autor, cómo la fabrica, los viejos (yo reivindico la palabra viejos), todo eso es lo que vamos descubriendo en cada ensayo. Ahora nos falta eso que cada día vas buscando y encontrando con tus compañeros, y que va creciendo día a día con el público.
Vera: Alici ay Sonsoles son dos tienen algo de clown, a veces p ser Vladimir y Stragon. Y eso les da una modernidad (a su pesar). -Oye, no te pases.
-Oye, los que peinamos algunas calvas, ¿qué es Maribel?,
Vera: qué es Godot? Tú y yo nos conocemos y sabes qu ete hablo sin enfado, pero yo en metafísicas no entro. ¿Qué es el teatro? Unos se suben arriba y otros que los miran desde abajo pagan, Pues eso.
