sábado, 3 de julio de 2010

Madres e hijas: americana

Es de Rodrigo García, hij de Gabo el colombiano, pero su cine es en inglés y con actores americanos. Los diálogos son una maravilla. Habla de búsquedas, de frustraciones, de oportunidades perdidas y de represión. La madre actúa a modo de válvula sobre la vida de su hija, y no ya por lo que pasó (obligarle, siendo adolescente, a dar a su hija en adopción) sino ahora, de adulta. La madre le impide relacionarse con su sola existencia (cuidado, otra decepción), lanzarse a tener aventuras y a conocer. Postrada en la cama como está, ejerce sobre su hija una gran represión, esto es lo horrible y nadie lo vio. El pale de la hija sin madre es aún más triste, casi está deshumanizada y el éxito no le sirve para nada, ni siquiera ama la vida. En medi de todo, personajes hispanos o negros, todo samericanos, que sirven como colchón para mortiguar con su humanidad el infierno en que viven los blancos con sus neurosis. Es bellísima y con final "feliz", aunque inesperado.
Nothein personal se sitíúa en Amsterdam y los acantilados de Irllanda: Dos seres en los que me vi reflejada, que odian las preguntas, que quieren vivir sin ser interpelados a cada paso porque bastante es vivir. La soledad es dura pero bella, se tienen experiencias iniciáticas, lo malo es la mirada del otro siempre interrogando, y si abre la boca peor que peor. ¡Qué poca gente entiende esto! Que hay que dejar que la gente se exprese a su aire, sin obligarle a ello con inquisiciones ni siquiera bienintencionadas. Poco a poco van entrando el uno en el otro, se van enamorando en ese respeto mutuo de la convención de no preguntar.
Las ds son paradigmáticas cada una en su género: la una de los traumas american way of life, la otra de los traumas europeos. Quedan muy pocas cosas naturales. Y si se quiere vivir con autenticidad, hay que plantearse tod lo que te impide hacerlo: la posesiones, lo primero.