viernes, 2 de diciembre de 2011

The yellow sea China Si quiero silbar silbo Rumania

Ha sido una semana de infarto cinematográfico, hasta el punto de olvidarme de todo lo demás. Para colmo, mis dientes no me duelen y casi creo que están bien del todo, por eso me he podido olvidar de ellos, mi única preocupación hasta ahorita y aún más, cómo deducirme lo de la penicil. Vértigo ha traído tres buenas: La fuente de las mujeres, buena, bonita, dle mismoq ue El Concierto, ambientada en Marruecos; Rare Exports Un cuento gamberro de Navidad, también bien hecha, ambientada en Finlandia, la dureza de la vida en Laponia y lo dura que es la educación para salir adelante en aquel medio; pero sobre todo ha traído la rumana Si quiero silbar, silbo, de Florin Serban. Comentaba esta última al salir con Santaeuegenia, una crítico de cine auténtica, que peina canas y decía: Qué película más precisa, más fuerte y clara. Austera. Cómo te muestra la vida en la cárcel. Sabe lo que quiere y no cede. No cede, no, lo tiene claro y ni la vida está por encima de lo que quiere. Y yo: Es que son así los rumanos, fuertes y duros, yo los conozco y son así, el que es bueno, lo tienen claro, currantes y fieles sin fisuras. ¿Sí, de verdad que los conoces? Sí. ¿Y y son así? -El que es así, sí. Y nosotros antes de la abundancia, en la postguerra y la escasez, también éramos así, ahora ya no quedan con esa personalidad tan clara porque el consumo nos tiene atontados. Ella asentía en todo. Y yo: tú puedes sufrir las mayores humillaciones, desprecios, deshonras, pero llegas a tu casa y vas a la nevera y tienes la cocacola y las chuches. -Y se te pasa, se olvida. -Te tomas lo que quieres y se acabó. Pero nuestros padres eran así. Yo recuerdo chavales con la cara que ya no cabía un golpe más, el padre, el maestro imponían algo y ni hablar, y se cansa antes el que da porque dice "si sigo, lo mato, y no cede". Yo recuerdo gente así. -Y no ceden. Nos despedimos.
Otra de infarto fue la que trajo Álex Fernández de Mediatres, The yellow sea: En 4 actos o unidades diferentes estructurada, lineal como los griegos clásicos, sí, pero qué lineal y qué acción y qué sorpresas hasta para el propio protagonista por cuyos ojos aterrados vemos nosotros lo que pasa. Hay momentos para el disfrute y momentos para espantarse, gente en la frontera, gente China sobre todo, entre las dos Coreas, Rusia, que sólo tienen actividades ilegales que llevarse a la boca. Y con qué limpieza actúan los unos (el protagonista, "héroe" solitario que quiere atar cabos; el mafioso de oficina trajeado y cobarde) y con qué suciedad y escándalo los otros (jefe el bigotudo con el hacha). Al mismo tiempo, tiene rasgos de humor que ¿Que cada vez me gustan más los chinos! Quiero conocer a fondo a los chinos. Este es el resumen sabio de la peli:
"En la frontera entre las dos Coreas y Rusia, la mitad de la población vive de actividades ilegales. Un taxista lleva tiempo sin ver a su mujer, que se ha ido a Corea del Sur en busca de una vida mejor. La única solución pasa por aceptar un trato que le han propuesto: lo ayudarán a cruzar la frontera a cambio de que cometa un asesinato. Na Hong-jin, director de The Chaser, regresa con un thriller de acción sin tregua y discurso social, a la manera del mejor Michael Mann. Un filme oscuro y de secuencias espectaculares que actualiza el cine negro y que arrastra al espectador por los derroteros de la alta tensión."