viernes, 29 de julio de 2011

Las manos en el aire, francesa, Golem

2067 Milana, de origen checheno en Francia, recuerda los sucesos de 2008. Un grupo de niños de una escuela, de los cuales algunos emigrantes, deciden rebelarse ante la expulsión de uno de ellos y de sus padres: se da el caso de que la hermana pequeña, nacida en Francia, se puede quedar; el resto de la familia ha de ser deportada. Todo esto da lugar a una serie de movimientos dentro de las familias francesas que acogen a los niños extranjeros en sus casas y de la escuela claramente "a favor", que ponen de relieve el absurdo de ciertas leyes que quieren arreglar a posteriori las irregularidades que han permitido. Hoy han anunciado aquí la llegada de una Ley que exigirá a los rumanos permiso de trabajo para entrar. Ya era hora, pues al poder entrar y salir sin control como ciudadanos europeos que son, lo que menos les importa a ellos es el permiso: trabajan cobran entran salen y punto. Así ganan más al no tener que pagar SS, ¡que ya la tienen por el mero hecho de estar aquí! Yo pagué 158 Euros en Cádiz Hospital del Mar por una consulta de urgencias con la que perdí la tarde sin que me resolvieran nada. Yo española, por ser de Adeslas, pagué, y no fue ninguna broma, vía tributaria. Lo más interesante de la peli son las escuchas de la niña dentro de la casa de acogida, es así como se entera de los conflictos de pareja y de que una niña más en un entorno burgués le viene muy bien a una mujer que ya no desea su marido, sobre todo si los padres de la niña son expulsados y no dan más la lata. Y el verano en Bretaña, los escondites, las charlas de los niños. Resulta un poco fría al estar situada tan lejos en el tiempo, aquellos niños tan bellos qué caras tienen ahora! La cara del actor niño ahora con 60 años es uno de los monjes De Dioses y hombres.

miércoles, 20 de julio de 2011

Silencio de amor: Tous les soleils. La buena mezcla.

Es buenísima y la trae Golem. Francesa, rodada en Strasburgo pero con dos actores italianos, el protagonista y su hermano, tiene este carácter mixto que la hace profunda y ligera a la vez. Se basa en la novela de la que es autor el director de la película: Philippe Claudel, y resulta muy francesa a la vez que muy italiana, pues mientras que uno de los hermanos es muy hermético respecto a sus sentimientos (rodeado como está de amigos y familia que entre todos parecen suplir esta necesidad), el otro se muestra en sus mayores extravagancias por lo que el contraste es muy productivo. Entre los dos está la hija del primero, una adolescente que supera la carencia materna entregándose al amor y enredando con su tío loco para buscarle novia a su padre. El uso de las nuevas tecnologías da lugar a confusiones chuscas, pues el hermanochatea con una compañera de instituto del prota que luego no entiende la actitud de éste cuando se encuentran a solas, él no sabe nada. Lo mejor es la introspección y lo más diverito, ese caos de la casa en que viven los tres personajes, la belleza ordenada de Strasburgo y cómo no, la música clásica en una iglesia de Strasburgo donde afluyen los sentimientos reprimidos. Es una mezcla muy buena. Lo peor, no hay nada peor. Todo es bueno aquí.

miércoles, 13 de julio de 2011

La prima cosa bella, Paolo Unzi

Me ha ecordado a tía Caya, ahora en una residencia, mi madrina y valedora de mi infancia, una revolucionaria en el tema relaciones en aquella España terrible que estigmatizaba todo. Juan: Tu madre es una mujer maravillosa y tú te criaste cmo un príncipe cuando te podía haber tirado a un reguero, pero tú eras la vida para ella y todos los sacrificios eran gloria si eran para ti.
Es un film alegre y triste, dramático y bufo. Es un regalo de los clásicos el mezclar lo cómico con lo trágico y así desdramatizarlo, distanciarlo para que no nos pueda. Una mirada seria pero desdramatizante. Salí de Liborno con la rabia con que se escapa a los 20 años de una ciudad provinciana, pero siempre he querido volver a esta ciudad comida de rumores, prejuicios que marcan la vida de la gente, imposible crecer. Sólo un ser como Anna, la madre del chico traumatizado que no ha podido asumir el amor por una madre tan estupenda y rompeprejuicios, tan inocente y frívola a la vez, puede seguir siempre adelante, qué historia. No es la nostalgia, no hay sitio para ella en la peli. No hay malos, también ellos son víctimas de su circunstancia y hay por dónde redimirlos, la Mama los quería. El amor de su vida era aquel hombre (el padre de sus hijos) que la maltrató porque estaba loco por ella, se querían demasiado, dice ella, no podía con aquella mujer tan bella y libre a su lado, por eso murió prematuramente al echarla de casa. Son temas personales y a la vez universales -sigue Paolo- que tocan mucho la fibra, ingenuidad y alegría vital contagiosa. El prota, de niño, es casi el novio de la madre y de repente, es el padre (de ella), que se muere y que no ha cambiado nada, eso es su maduración y la de todos: De hijos pasamos a ser padres de nuestros padres.