miércoles, 20 de julio de 2011

Silencio de amor: Tous les soleils. La buena mezcla.

Es buenísima y la trae Golem. Francesa, rodada en Strasburgo pero con dos actores italianos, el protagonista y su hermano, tiene este carácter mixto que la hace profunda y ligera a la vez. Se basa en la novela de la que es autor el director de la película: Philippe Claudel, y resulta muy francesa a la vez que muy italiana, pues mientras que uno de los hermanos es muy hermético respecto a sus sentimientos (rodeado como está de amigos y familia que entre todos parecen suplir esta necesidad), el otro se muestra en sus mayores extravagancias por lo que el contraste es muy productivo. Entre los dos está la hija del primero, una adolescente que supera la carencia materna entregándose al amor y enredando con su tío loco para buscarle novia a su padre. El uso de las nuevas tecnologías da lugar a confusiones chuscas, pues el hermanochatea con una compañera de instituto del prota que luego no entiende la actitud de éste cuando se encuentran a solas, él no sabe nada. Lo mejor es la introspección y lo más diverito, ese caos de la casa en que viven los tres personajes, la belleza ordenada de Strasburgo y cómo no, la música clásica en una iglesia de Strasburgo donde afluyen los sentimientos reprimidos. Es una mezcla muy buena. Lo peor, no hay nada peor. Todo es bueno aquí.

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