miércoles, 7 de octubre de 2009

Espe me sigue cayendo bien

En una entrega de premios (Madrid Excelente, creo, de esas que salimos con botella de vino) cita a Gil de Biedma, el poeta de su mismo apellido: "Las grandes esperanzas están puestas en nosotros", dicho con a saber qué intención por el poeta. El H Palace se lleva uno de los Excelentes, fundado en 1912 por Alfonso XIII, debe ser el mismo que lo que leí en el Parador Atlántico de Cádiz. J A Valente en mi viaje a Granada veo que titula sus obras completas Fulgor (Círculo de lectores, tan queridos, tan gratos, tan desayunables). Me aprece un título tan pretencioso! Creer que el fulgor está contenido en lo que uno escribe, que el fulgor es un descubrimiento de uno! Serán los editores los que se lo han puesto... Que no, me dice el que lo lee (y que después me estaba esperando al bajar del tren, hasta que me vio que me esperaba Miguel el invitador), que todos los grandes poetas tienen muchísima vanidad. El fulgor: qué pena. En Granada tal vez había un curso de verano sobre él, aquel h iba ordenador en ristre todo el camino, con Valente al lado, qué hubiera sido de haber quedado con él y ahberme integrado... Quería andar sola, cansada y siempre sedienta: El agua me parece acda vez más un manjar. Necesito cada vez más beberla a lametazos, como las vacas triscando entre los juncos al beben ansiosas, sorbiéndola en mutismo reverencial.

martes, 6 de octubre de 2009

La moda de los boleros

Ahora es Luz Casal, antes Pasión Vega, antes Malú con esos nuevos y morbosos que le preparaba A Sanz (Me has enseñado tú...), Tamara, Sole de Presuntos implicados... Parece que todas están deseando hacerse matar: Ahora yo, ahora me toca a mí, mira cómo sufro, mira cómo me exhibo yo también en la masoquinería... Me ponen enferma. No se lo aguanto ni a Cesárea Évora, quien, después de Sara Montiel, fue a la que oí contar con propiedad el Bésame mucho, cuando llega ese numerito, le doy al botón y me lo salto. ¿Pero por qué los tienen que catar todas cuando se supone que están en el culmen de su carrera? ¿Qué mamadera es ésta de Satanás? Tan bueno es el sadomasoquismo, tan denostado, para mostrar el vituosismo de la voz. Ponen la garganta en exposición (gargantas profundas) las cuerdas vocales en tensión como cuerdas que les recorren el cuello hasta los pezones, y hala, a hacerse matar. Esto no tiene remedio, sólo lo morboso triunfa. En Palace, entre las féminas, la envidia es la que manda. Si ven bailar con alegría, luego se quedan cuchicheando sin levantarse del asiento. Quieren que se les rinad pleitesía, sólo así te saludan, y eso si les viene bien, si hay alguien mirando su papel de reinas benevolentes; si no, a freír. Llega Marina, tan majo, saludándonos a gritos, y luego le inventa Florinda fondona que es del Manguis, que no tiene acento de ser del Norte como dice, así que y por consiguiente, será chilena y del manguis. Ex catredra quead dicho. Que qué líos de viaje me traigo ahora que todos están asentados y en sus puestos. le doy la razón. Pero sobre todo Teo, que por poco me arranca la cabeza y me ahoga con la capucha el día que llegué con el chaquetón nuevo, qué gesto de víbora. Allí parece una chavalina pero fuera tiene unos ojos de ansiosa que le bailan sin parar, que no se paran. Y Jesusa la de Cuenca, que afola por los camareros y hay que estar a sus órdenes, menudo numerito me montó con que la di un golpe en el pecho cuando era ella la que armó un jeribeque con los brazos al abrazarme, sólo pendiente de que la miran. Menuda diferencia tb dentro o fuera!

lunes, 5 de octubre de 2009

Gracias, Espíritu Santo

En el FIT de Cádiz 2007 ésta fue la frase más graciosa de las que se colgaban en el Tablón de anuncios: "Se están acabando las camisetas: Gracias Espíritu Santo." Lo otro, todo eran desgracias y entradas con la hora mal puesta, enchufados que no se inmutan y al que le toque ajoyagua, muy poca gracia. Por eso he decidido darme una tregua. Abdel (31 años, buenísimo, albañil, con unas manos de oro para mi espalda) me hizo acordarme de lo que odio que los tíos se me laven en casa. Y no lo entienden. Se empeñan y hay que explicárselo, me pongo a ello: -Vamos a ver, no tienes ningún motivo para sucio, si tú te sientes sucio, te lavas en tu casa. Odio el "espíritu olímpico" (se me ocurrió así), un tío que después de 5 minutitos, se tiene que duchar. Corriendo. Tanta ducha ni tanta gaita, Por qué? ¡Pero si no has hecho nada! Y encima te sientes con derecho a ducha como si hubieras hecho una proeza en medio del barro y de la nieve... ¿Te sientes sucio, te he ensuciado yo, te has ensuciado tú al contacto conmigo? Pues eso es problema tuyo. -Déjame que sea problema mío pero necesito ducharme. -Pues te duchas en tu casa. Yo no estaría nunca con una persona cuyo contacto me haga sentirme sucia, cuyos flujos me parezca que me manchan. -¿Ni siquiera lavarme las manos? -Con las manos me has tocado, me has echado una crema que vale un galón la onza, qué es lo que te tienes que lavar? "Sucias" están mis sábanas y no las pienso lavar en un mes. No tienes ninguna razón para sentirte sucio. -Bueno, ésa es tu impresión, la mía es que necesito sentirme... -Pues te sientes en tu casa. -¿Ni siquiera las manos? -Ni siquiera las manos. A mí no me da nadie ejemplo de limpieza con mi agua, mi gas y mis jabones, vete a tu casa a ser todo lo limpio que quieras. Odio el espíritu olímpico! (Otra vez. Y esto era la víspera de que nos rechazaran para 2016) ¿Sigues queriéndote lavar? -No ahora ya no-, marchó cabizbajo y enfadado.
Ah, y me importa un pito que se enfade y no vuelva, así de poderosa me siento con la razón por delante.
El alemán ayer fue de traca: Guapísimo, simpático, 35 años, ¿no tienes ninguna amiga de mi edad? Llegó con una pizza sin empezar, puedo sentarme, quieres, yo no tengo hambre, he bebido, estaba colorado de bebida o de algo más, eran las 5 de al tarde y se empeñó en que yo estaba en la calle: Estás en la calle, tía, tienes que mirar por tu vida. Como que en ese sitio (cerca de un centro de día) y a esa hora todos los que allí se sientan están "en la calle". Tienes que buscar tu vida, eres guapa, estás en la calle. Y dale. De repente: -Tú puedes ganar tu vida con tus tetas, estás en la calle, tía, qué haces por tu vida. También puedes chuparla, no pasa nada. Lo primero que aprenden de nuestra lengua son estas cosas: chuparla, follar, todo anima. Y dale con que quería sacarme de la calle: -Vivo ahí, de verdad, es mi casa, mi novia con depresión de la cabeza, yo bebo. ¿No tienes amigas? Es mi casa, es tu casa, si necesitas algo, de verdad. Lo más gracioso fue cuando me pidió fuego. -Lo siento, no fumo. -¿Por qué? Se levanta y va hacia un anciano con garrota que veía a sentarse y que se alejó sonriendo: Tienes fuego? Por qué, eres homosexual? Luego fue a tres ancianas que arrastran una pierna o algo cada una, desvencijadas que viven en 5º pisos por lo que las oigo, y que se sientan allí casi cada tarde, no hacían más que mirar la escena y allá les cae: -¿Fuego? Sostiene con ellas el tema y regresa a sentarse. Otra vez se levanta y va hacia ellas con la misma. En esto, se saca el mechero y enciende. Vuelve y apenas sentado: Me voy a dormir, mi cabeza muy mal, mira: de verdad, mi casa es también al tuya, de verdad. -Muchísimas gracias. Me miraba con pena aunque yo me reía a carcajadas y, sin acabar de irse, buscaba algo en los bolsillos, a lo mejor calderilla para mí, que no encontró, qué ojos y qué pelo, lástima colorado como gamba hervida. Me puedo ganar la vida con mis tetas y chupándola. Lo dudo.

viernes, 2 de octubre de 2009

katyn

Acabo de ver esta peli que revive nada menos el tiro en la nuca a 20000 polacos por parte de los rusos en 1940, un hecho que se achacó a los alemanes y que nadie desmintió por cobardía, por miedo, porque hay que vivir. Los polacos odian mucho más a lso rusos que a los alemanes. Ambos los atacaron como a un sandwiche, no sabían en brazos de quien arrojarse, pero lo de los rusos duró muchos más años, al perder los alemanes la guerra. El mito de Antógona revive en una joven que no puede soportar que su hermano, ingeniro constructor, quede sin sepultura pues está seguro de lo que ocurrió y así lo hace poner en una lápida. para pagarla, se corta el pelo y vende su trenza, pero cuando llega con el carretón a la iglesia, han detenido al cura por el funeraloficiado en Katyn, donde se han exhumado los cuerpos, y el nuevo cura no se lo consiente para no perjudicar: "Yo quiero que mi hermano tenga la tumba que se merece, los otros no me importan", recita la actriz a la que le vende la peluca que ha quedado calva en Auswitch, cuyo recitado resulta profético. A Antígona le bajan a la tumba, por su hermano. Le despojan del cinturón. Hay tb otro chaval, hijo de Katyn, con el mismo espíritu de no olvidar, futuro pintor que acaba muriendo. Me resulta familiar el afán de los soviets por los botones, hebillas, insignias de los uniformes... Todo lo metálico les atraía y creo que a los nazis tb. De hecho, se han podido identificar judíos por los botones, lo que prueba que lso nazis no se los quitaban, esto es extraño. Resulta que en el barrio, cuando arrojan a la basura las ropas de alguien mayor, se supone que de buena familia por los tejidos, han arrancado los botones, que se supone de buena calidad, y que son dignos de conservar por metálicos (sin adherencias), mientras que las ropas, aunque de estupenda calidad, se tiran (marcan más al heredero) a pesar de haber pasado por la tintorería. Yo misma a veces he visto botones tan hermosos en las basuras que he icho, qué lçstima unas tijeras, pero el otro día en mi calle, de unas lanas inglesas preciosas, ya faltaban los botones, y ello sin violencia en las ropas: la familia.