martes, 12 de abril de 2011

Tokio Blues

Tokio Blues describe un japón acomodado, un Tokio donde los universitarios no tienen otra cosa que hacer que suicidarse. En el trasfondo, están las familias descompuestas, toda una tradición disuelta, están solos, un amigo de la infancia lo es todo (se suicida sin motivo en un coche con el gas del motor y la otra entra en depre, ingresada, sólo pensando a ver por qué con él, a pesar de quererlo, no se humedecía), y la realización sexual, crucial, parece que confían en ella su curación personal. Hay una sinceridad absoluta, un mostrar los sentimientos sin evlos ni tapujos: Puedo pedirte algo? Hazme el amor. Y luego: Gracias, em has devuelto lo que perdí hace 7 años (esatba ingresada en un sanatorio mental) ¿Sabes qué me apetece? -pregunta la jovencilla mona cuya madre murió y el padre está en coma (ella desearía que en Uruguay y todos con él allá, se lo inventa): Que yo te lo pidiera y luego te negaras, pero tu polla sigue dura. ¿La tienes dura ahora? Basada en una novela, se muestra todo muy desnudo, muy auténtico y muy sin asideros. La naturaleza es preciosa, donde está la residencia de locos es impresionante sin que ello, ni el frío ni la nieve ni toda la belleza y confort que los rodean, les sirva para nada. ¿Qué culpa de sus padres quieren pagar?
En el Instituto Francés se exhibe un recorrido de la cinematografía de Tony Gatlif, premiado el viernes 8 en el Ateneo por la Asoc. Gitana.Ayer vimos Latcho Grom que recorre los paisajes que atravesaron los ROM (gitanos ziganes, gipsy) desde que salieran de India hace 1.000 años hasta llegar a España (Badajoz): India, Istambul, Romania, Egipto, España. Es bellísima de paisajes y música, la parte alta de badajoz, okupada por ellos entonces, ahora es de profesiones liberales.

miércoles, 6 de abril de 2011

Tournée de Almeric, uno se enamora

De él, de ellas, de ese ambiente loco en el que viven y trabajan. Si ese ambiente desastroso se ordenara, el espectáculo no funcionaría, hace falta un cuidador del desorden, un administrador, un manager un todo, alguien que las acueste, les dé mimos, las bese y las haga cabrear, ése es Almeric, un desastre para todo lo demás, un genio para esos menesteres.
Carlos: Veinte años cubrió la escena internacional, entrenó con la Bader Meinhoff en Libano (Valle de La Bekaa?), fue contratado en apoyo a Sadam Husseis para secuestrar al embajador-primer ministro Saudí en la cumbre de Viena, delirante con rehenes vip llegando a Argelia, Gadafi no los recibe porque habían matado a uno de sus h, pobres pilotos vieneses con aquel loco pidiéndoles que a Bagdad, tenían un avión capaz sólo de llegar a Argel, salvaron el pellejo por los pelos. Cae el muro y se acaba la guerra fría. Cae Carlos en Kartum a manos del embajador francés que pide su extradición por dos crímenes anteriores a Viena, de cuando vivía como estudiante en la calle Tellier y mató a dos polis, lo cual es tan paradójico como la tetención de Al Capone por evasión de impuestos. Tiene una sangre fría que da miedo y las mujeres se lo comen. El dinero lo puede y se abandona: próstata, cirugía estética michelines. Ahora, si me pierdo que no me busquen en Sudán: los que menos clase tienen, unos cerdos como los que yo conocí en Egipto capaces de crear un infierno bajo un sol de mediodía: lo atan, le ponen bolsa en la cabeza y una inyección para entregarlo, y eran sus amigos, cómo se ríen de él a sus espaldas. Incompetencia y corrupción, cómo van unidas! He ahí la junta de Andalucía com mis 158 euros por una visita a su SS que ni siquiera se hizo. Que no me busquen por esos sitios, ya hice bastantes tonterías.

martes, 5 de abril de 2011

Beautiful lies, Golem

Es algo lenta a veces pero llena de emoción y de ese temblor de las cosas de antes, cuando no se vivía de prisa y uno podía recrearse en los detalles. Al final, después de tanto recreo, para los buenos sentimientos no hay salvación, no si se es vieja por mucho glamour que tenga. Y el tío ese moro que ya le he visto en muchas haciendo de poli supermacho, no me la da, rezuma libido dentro de su pátina educada parisina. Esta vez la actriz de Amelie se convierte en una peluquera con alma de celestina que lleva una vida bastante particular y cuyo mayor empeño es ayudar a su madre, un papel interpretado por Nathalie Baye, uno de los rostros más prolíficos del cine francés de los 70 y 80 y que ha trabajado con algunos de los directores más emblemáticos del cine europeo: François Truffaut, Jean Luc Godard, Marco Ferreri, Claude Sautet, M. Honorin, Alain Cavalier, Maurice Pialat, Paul Morrisey, Bertrand Tavernier, Nadine Trintignant, Philippe Labro y en los últimos años Xavier Beauvois, Claude Chabrol, François Dupeyron e incluso Steven Spielberg. Pierre Salvadori, que dirigió la famosa comedia Usted Primero, en la que presenciábamos el duelo interpretativo de Daniel Auteuil y José García; que ha dirigido en varias ocasiones a varios miembros de la familia Depardieu, y autor de numerosos guiones, sin olvidar su faceta de actor, nos propone una comedia de autor, en la que el enredo y el amor son ingredientes básicos pero en los que la imaginación de la protagonista le imprime su carácter. Beatiful lies nos abre la puerta al mundo de Emilie (Audrey Tautou), una joven de 30 años que, además de tener su propia peluquería y llevarla de una manera especial, aconseja a sus clientas y amigas. Sin embargo, este don no le sirve para consigue ayudar a Maddy (Nathalie Baye), su madre, que no parece querer vivir desde que la dejó su marido. Les petits mouchoirs está mal traducida como pequeñas emntiras sin importancia. mentiras haylas pero lo que hay sobre todo es hipocresía, al irse todos de vacas dejando al amigo en coma. Y dicen que le quieren. Y es verdad. Todos mienten fingen (la generosidad cabreada, el tedio de la la vida en familia, la soledad de los solteros) y fingen pasárselo muy bien y quererse mucho. Ahora bien, con todo esto, qué más quisiera uno que tener un grupo así de nutrido à Paris cet été.