martes, 23 de noviembre de 2010

Fuego en Madrid

Esta mañana ha ardido una azotea en la C/ Bailén. Una más de las cada vez más frecuentes que arden últimamente, este verano ardió un garaje y todo está relacionado pero sin cascabel. Un vecino, uno de tantos que se relaciona con los que viven en la calle porque se compadece de ellos o porque tiene algún negocio en el que los emplea, algún trapicheo del que todos se alimentan: Mitad caridad, mitad tres cuartos trapicheo, cuarto y mitad choriceo y directamenet delito, nadie dice nada pero la cosa lleva así años, desde que yo llegué al Barrio por lo menos, no hay bloque en el que no esté alguien mezclado y hay qeu subir de vez en cuando acompañados no sea que tengas el trastero con inquilino que son de todos. Vaya usted a saber dónde llega la caridad, dónde se mezcla con el choriceo, quién se compadece de ellos y les facilita el acceso al portal y a la azotea: hace frío, cartones, tablas, una noche todo arde y en la madrugada por fin los bomberos llenos de protesta y pancartas contra el alcalde: Estamos en mínimos. Antenas, todo lo más sensible que corona una casa, a tomar viento.
-Sí, algunos no quieren ir a albergues.
-Qué albergues, si les ofrecen un empleo y no los quieren, ganan más así. Uno estuvo tirado más de un año a la puerta de Caja Duero, le ofrecieron de camarero y que él no se lavaba las uñas ni la roña por nada del mundo. Estaba tirado todo el día pero al llegar la noche, pies para qué os queiro: De La Latina a Malasaña, a Checa, Oriente. Ni Mercurio los pies más ligeros que éste.
-Ah, pues es posible que
-Es que los que están en la calle no son mancos, tienen sus trapicheos, son correveidiles de una actividad que no para, frenética: Les ves haciendo la compra y subírsela a alguna planta a un vecino, luego el vecino de noche, les baja un paquete toma para que cenes caliente y no se sabe si en ese paquete va envuelto algo más, son cosas que ocurren a la visat de todos, que todo el mundo peatón ve (carritos de bebé, perros que son correos), no así la policía.
-Hasta que pasa lo que pasa.
Sí, pero a ver quién ahora, sabiéndolo, sabiendo todo el mundo que es tal vecino menganito el que les deja pasar y hasta les ha metido en su casa, el que se trae los trapicheos con ellos es éste, el que de qué vive es éste. Si lleva un tren de vida como un rajá y no ah trabajado en su vida, ¿del paro? Nadie va a abrir la boca.
-Porque puede acabar él con una navaja en.
-Claro, pues a pagarlo entre todos, empezando por la llamada a los bomberos.
-Si no tienen un buen seguro, y creo que cuando es negligencia o mal uso no lo cubren.
-Pues prefieren morir de cáncer antes que hablar.
Y ahí empezó Entre lobos.

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