La Phármaco estrena Kaspar Hauser en los Teatros del canal

Del 22 al 25 de marzo: estreno absoluto en el XXXIII Festival de Otoño a Primavera La Phármaco estrena Kaspar Hauser, un solo sobre la enigmática vida del "huérfano de Europa" Se trata de la última creación de la compañía, dirigida por la coreógrafa y bailarina Luz Arcas Con música en directo, este solo ahonda en la fascinante historia de Kaspar Hauser, un misterioso joven convertido en experimento social, político y filosófico en la Alemania del siglo XIX La Phármaco estrena el 22 de marzo en el XXXIII Festival de Otoño a primavera su última pieza, Kaspar Hauser, un solo con música original interpretada en directo que podrá verse en la Sala Negra de los Teatros del Canal hasta el 25 de marzo. La Phármaco es una de las formaciones más prometedoras de la danza contemporánea en nuestro país, con la coreógrafa y bailarina Luz Arcas (Premio a la Mejor Intérprete Femenina en los Premios de Teatro Andaluz y Premio Ojo Crítico de Danza 2015) al frente. Kaspar Hauser. El huérfano de Europa, coreografiado e interpretado por Arcas, es un espectáculo físico que dialoga con la Historia para reflejar nuestra época, bailando, en palabras de la compañía, "la naturaleza poética y salvaje de lo humano". El 26 de mayo de 1828 un extraño joven que apenas lograba mantenerse en pie apareció como salido de la nada en una plaza de Nüremberg. El chico, que apenas portaba una carta anónima con algunos datos contradictorios sobre su procedencia, fue acogido en seguida como un experimento social, político y filosófico. Se supo por él mismo que había vivido en un calabozo y que, hasta el momento de ser encontrado, nunca había visto a ningún ser humano. Los médicos decretaron que no era un loco ni sufría más retraso que el que le había provocado el aislamiento. Su proceso de aprendizaje estuvo tutorizado fundamentalmente por Anselm von Feuerbach, que dejó testimonio de su peculiar inteligencia y de su sensibilidad especial para la pintura y la equitación, la lectura y la música. Y, aunque nunca se pudo demostrar su verdadera procedencia, Feuerbach sospechaba que Kaspar era el primogénito de uno de los linajes de la familia de los Baden, y que habían intentado deshacerse de él para que otro ocupase su lugar. El encierro habría sido entonces la única alternativa a la muerte. Kaspar murió asesinado en extrañas circunstancias el 17 de diciembre de 1833. En su lápida puede leerse: “Aquí yace Kaspar Hauser, enigma de su tiempo. Su nacimiento es desconocido. Su muerte, un misterio”. XXXIII Festival de Otoño a Primavera