Cegados por el sol: los estragos del Mediterráneo en cuatro pijos

2015, 120 min., Drama  y Misterio. Francia e Italia. Amena de ver aunque le sobra metraje y con un final trágico pero bastante sorprendente que hace pensar que los excesos se pagan, que después del jolgorio tiene que llegar la muerte. El sexo, siempre presente, se adorna a la llegada de Ralph Fiennes (El paciente inglés), con celos, espíritu competitivo y no saber digerir lo que ha pasado.

Cegados por el sol del director Luca Guadagnino es un drama veraniego que transcurre en la isla italiana de Pantelleria, donde una estrella del rock representada por Tilda Swinton, que parece desangrada de todo menos de deseo sexual, pasa sus vacaciones al cuidado del macizorro de su novio, Matthias Schoenaerts. Cuando más descuidados están, entre polvo y polvo y chapuzón y chapuzón (en la piscina, de ahí que se considere un remake del clásico), avisa la llegada de su antiguo amante, un atolondrado Ralph Fiennes con ansias de revancha, acompañado de su hija, Dakota Johnson. El asesinato con misterio que culmina esta soleada locura, deja ver un paisanaje de Pantelleria que recuerda al de Portugal más que el de Italia, y para misterios, el de la hija tan crecidita cuya reacción final llorona nos deja desconcertados. Todos parecen estar tocados por el sol en la piel y en las neuronas, como si estuvieran bajo eclipse o insolación, tal es la indolencia por un lado y las reacciones exasperantes, neuróticas, a las que parecen estar sometidos sin control. Con todo, lo más llamativo es el contraste entre estos cuatro veraneantes y las gentes de la zona que a pesar de observarlos en la distancia, se libran muy mucho de juzgarlos. Es una Italia que parece Portugal, todo el mundo está dispuesto a hacer favores, todos -incluidas las autoridades policiales- están cegados también con la fiesta de "los de arriba", y eso se ve muy bien cuando parece que les persiguen y así es, pero es para pedir un autógrafo a Tilda, que va tapada hasta los pies pero con el culo al aire. 
Por cierto, ¿la hija era hija?