David Linch: La vida del arte (película): Los dolorosos caminos del arte, decepcionando a diestro y siniestro a todos cuantos esperan "algo" de ti porque te saben genial, que llevas algo dentro y no vas a ser capaz de darle forma, sacarlo a la luz. Ser tachado de irresponsable por perseverar en el empeño (algunos perecerán en el intento)
. El precio es muy alto pero en el caso de Lynch, no hay duda de que mereció la pena. Quién sabe si, de no haberse beneficiado él de esa infancia tan protegida, quién sabe si de no haber tenido ese blindaje moral de saberse querido siempre en casa cuando niño, si no hubiera acabado en el arroyo como tantísimos otros. Felicidades también por su preciosa bebé, que sale con él de aprendiza, tiene otra mayor que sepamos.
Según parece, antes de dedicarse al cine, quiso triunfar en pintura y ésta le sirvió de aprendizaje para aquél.
No hay comentarios:
Publicar un comentario