Cómo envejecen mis amores

Hubo un tiempo en que había hombres así sobre la Tierra, no hace mucho, hombres de arriba a abajo, con palabra y voz propias aunque los mataran por ello. Fue una experiencia ver a alguien como El Cabrero en escena. Su imagen, su entereza de cuerpo, hasta su cara ensombrecida por el sombrero y la edad, pero sobre todo sus manos, con las palmas siempre extendidas hacia arriba, o cerrándose con gracia de palomas, pero no en gesto de rezar sino de rebelarse, todo era conmovedor. Anoche hablaron de La cinta blanca (en blanco y negro, una aldea alemana protestante en vísperas de la Primera Guerra Mundial, llena de msiterios, de guiños, de niños, de falsas pistas, de mala conciencia) en Onda Cero, por lo visto se estrena este fin de, junto con Amerrika y La decisión de Anne y cómo no, Sherlok Holmes que vi ayer, y que va a arrasar, dicen, como Avatar, que arrasó, hoy he visto El retrato de Dorian Grey, por fin, buenísima, intensa aunque larga, pero potente en todo momento. Comparado con las novedades que ofrece el cine, el teatro parece estar muerto, la de ayer repetición de Carne de gallina, de Macqua, se presentó como novedad en el Fest de Otoño, pero es que nadie sabe esto, tengo yo que decirlo para que me partan la cara, sólo hay desmemoriados e hp en España,? aunque los de las Ferias parecen vivir muy bien en medio de la crisis. El que me saludó en el Alfil era el de Murcia, Alquibla, organizador de Jornadas en Murcia que estaba en Cádiz para llevárselos a todos para allá, taxis aunque hub autobús, a ellos qué les importa si ellos manejan pólvora del rey, olía a alcohol como perfume, perfumado estaba. Nada conmovedor ni innovador en Teatro mientras el cine se reinventa cada día con dimensiones en 3D, gafas que te impresiona, vamos.

Cómo envejecen mis amores, cómo envejecen y qué mal. El 13 se me aparece Tony en mi puerta, hablando con Isidro, yo no lo reconocí él a mí tampoco, un joven hombre con la gorra calada ahblando (de mí, esto lo supe más tarde) con mi enemigo, saludé y subí mientras él escudriñaba con mirada de tahur el gesto de Isidro, que no suelta prenda sin hilo, queriendo descifrar lo indescifrable. ¿Qué hacía allí y con qué derecho? Esto me cabrea: ¿Puedo yo ir ante su puerta 2,3, 4 años después a preguntar por él, a poner en manos del portero lo que sé de él o supe un día? No hay derecho, éste es el pago por la hospitalidad. Claro, como que llovía y hacía frío, un tiempo de mil demonios, llegaba yo a reposar, harta de comer en fa FNAC (El vampiro de lso pobres, La esfera de los libros), después de ver Sherlok Holmes, abro las cortinas y lo veo contra la pared de enfrente, llamando por el móvil o fingiendo hacerlo porque a quién, agente 007 con la gorra calada y reloj de diseño, móvil de diseño y todo ídem, y al mismo tiempo mirando compulsivamente el reloj en la muñeca con gestos imparables y compulsivos, el baile sambito en el cuerpo, los mismos que antes me hacían gracia y ahora me parecieron patéticos, con una gorra que se habrá quedado ya completamente calvo como apuntaba, no sabe que ya no es joven. Dejo de verlo y casi pienso ya que es él, es una locura pero todo clava, llaman con furia a mi puerta, es él, timbrazos, timbrazos, carreras arriba para oír, ni flores ni un pollo ni nada, ni flores que yo voy a abrirle ahora mi puerta, con lo agusto que estoy mirando por la venatna, ya recibió bastante en el pasado qué quiere ahora, con qué derecho, sólo refugiarse dle frío, pobre, eso no es problema para alguien tan listo, yo yo no soy Calculta, va bien vestido a la porra, con qué derecho, puedo yo ir a su casa a preguntar si jamás me dijo dónde, todo era yo la que lo ponía nunca se tomó un café conmigo "fuera" ni pidiéndoselo, nunca me sacó, vamos vamos, ahora qué quiere, no sabe que ya no es joven y cree que puede presentarse así, como antes irresistible. Yo me veo como una rosa, cada vez más fragante y libre, no lo necesito ni a otros como él, ya no me conmueven con su juventud, otros como él fue, ahoar es viejo y no lo sabe, sus gestos encantadores ahora son de chulo barato: reloj, móvil, móvil, reloj, y la rubia melenaza dónde está? Pero no te precipites, rosa mística, tal vez tiene una familia, una casa pero para otra y a ti te busca como amante. Ya tenía rubia cuando venía por aquí... A la mierda! Él y lo que busque. Si por lo menos hubiera comprado un pollo! Algo sobre su buena voluntad. Un café, quiere tomar un café conmigo y charlar: Que ya no eres joven, patético! Si por lo menos hubieras comprado un pollo, pero tú lo gastabas todo en diseño, para volverme loca, que ya no.