miércoles, 6 de octubre de 2010

La verdad de Soraya M.

Si no podemos destruirla, acabemos con ella, tal parece la consigna de esta peli en que se usan todos los viejos tópicos del honor (la mujer como portadora del mismo, también del del varón) para justificar la lapidación. En medi y como catalizadores, la avaricia y la lujuria, las dos fuerzas que decía Eliade, pueden poner de acuerdo a mojameces e hindúes en La India. Una mujer viuda de hindú debe morir, a no ser que se case con ella un mojamé, cosa que sólo ocurrirá si es rica y hermosa, o al menos lo primero. Aquí el marido de Soraya quiere volverse a casar sin tener que pasarle pensión: ella ha de morir y para eso todo vale. La corrupción de las esferas todas en ese mísero pueblo de piedras en el que sólo las mujeres preservan la belleza de los interiores (el resto está calcinado) las propias mujeres algunas se alegran del destino de la bella Soraya, como no puede ser de otra forma. Si en mi pueblo hubiera habido esto, mi hermana y yo, sobre todo mi hermana, hubiéramos resultado calcinadas. Y mi madre ni te cuento, siempre hemos suscitado envidias y calumnias, como si en emdio de nuestra pobreza ínfima, tuviéramos una estrella en la frente que despertara los recelos de los malos.
Caviezel.- No es su primer filme de temática religiosa. Ya interpretó a Jesucristo en La pasión de Cristo -faraónico capricho de Mel Gibson- y ahora aborda La verdad de Soraya M. Una película que recrea la lapidación real de una mujer en un pequeño pueblo de Irán.
Caviezel visitó ayer Madrid para presentar la adaptación al cine del best seller de Freidoune Sahebjay denunciar los excesos del extremismo religioso. "Esta generación será recordada como la de la desobediencia y por querer salvar su propio pellejo. El hilo común de todas las guerras del siglo XX, el mayor pecado, fue la cobardía y no querer ver las cosas. La indiferencia va a ser el mayor pecado del siglo XX", aseguró el intérprete conocido por La delgada línea roja.
Dirigida por Cyrus Nowrasteh, la cinta se estrenó en Estados Unidos en 2008 y ahora se pasará en España.

La peli está extraordinariamente bien narrada, hay una gran belleza en cómo se presenta la lapidación, el testigo que lo cuenta, el ambiente pre debe parecerse a los juicios de La Inquisición, la impotencia de los que quisieran resistirse y que serían acusados de. El marido, además, es evidente que tiene celos, aunque él no la quiera tiene celos. Todos se apuntan a la fiesta, los muyahidines, los kalashnikov, es épico y miserable a la vez.Todo se confabula contra ella está perdida, sólo la protege otra mujer porque no teme a la muerte, ella será la que lo cuente al periodista. Es de una gran tensión hasta el final de la cinta, a punto de perderse.

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