miércoles, 29 de enero de 2020

Dios es mujer y se llama Petrunya: el bombazo

 Dios es mujer y se llama Petrunya es una película dirigida por la cineasta de Macedonia del Norte Teona Strugar Mitevska y reciente ganadora del Premio Lux de Cine del Parlamento Europeo.

La película te llena de compasión hilarante cuando Petrunya se prueba los vestidos de otras, azuzada pro su madre y por sus amigas, para estar más atractiva, ya sea para ir a una boda, ya sea para la entrevista de trabajo. Ninguno de los seres que la rodean, empezando por los padres y acabando por el examinador, tienen desperdicio. Los polis y los popes siempre en segundo plano, forman el coro griego de la ineptitud absoluta dominados por el qué dirán. Destaca, si bien con tintas cambiantes, la periodista, que siente admiración por Petrunya al mismo tiempo que ve la oportunidad de sacar a la luz un caso sorprendente y polémico.




Pero lo mejor de todo es que lo hizo por pura desesperación, sin un propósito deliberado, no se lo propuso ni gaitas, lo hizo simplemente porque "estoy harta y me tiro, vamos a ver qué pasa aquí si salgo viva del río": ella volvía de la enésima entrevista de trabajo frustrada; es licenciada en historia, lo cual de nada vale, pero lo peor es que tiene treinta y pico y es algo rellenita, no se viste a la moda ni sabe comportarse de manera que pueda seducir a un jefe, características estas últimas que parecen funcionar en su país para encontrar plaza de secretaria... De repente, al pasar por el río, ve la verbena con el rito de la cruz, los prebostes delante, los tíos locos que se tiran en bolas y las tías aclamándolos y jaleándolos... Como sabe nadar, va y se tira. La sorpresa es que se hace con la cruz, lo que convierte la obra en un sainete donde todos los estamentos salen retratados y hasta se vislumbra un final feliz porque parece, parece que hay alguien que no es como los demás.

La película tuvo su première en la Sección Oficial del Festival de Berlín donde ganó el Premio del Jurado Ecuménico. En España se presentó en el Festival de Sevilla donde se alzó con el premio "Women in Focus" de la Asociación Andaluza de Mujeres de los Medios Audiovisuales (AAMMA) a la Mejor Película de la Sección Oficial. También en Sevilla Dios es mujer y se llama Petrunya ganó el premio a la Mejor Actriz Protagonista para la debutante Zorica Nusheva. 
Basada en hechos reales, la película muestra la fuerza valentía de una joven que en el año 2014 plantó cara a las poderosas leyes del patriarcado reclamando la cruz que había conseguido participando impulsivamente en un evento reservado tradicionalmente a los hombres.

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