lunes, 18 de mayo de 2015

La mirada del silencio, buenísima, estremecedora en su simplicidad.

Era el año 1968 en Indonesia. Persecución de comunistas: matanzas de las que todo el pueblo (los hombres) participó. El protagonista investiga quiénes fueron los asesinos de su hermano y les pone delante la realidad. Sin venganza, sólo la verdad. Hay lágrimas de dolor. Lágrimas por la humanidad. En adelante, los hijos y mujeres (viejas) de los asesinos, ya no serán los mismos. las reacciones van del no querer saber al perdona a mi padre, ya es viejo, está senil, ya él no se acuerda de nada, recibió órdenes. O "el hecho de que haya escrito y dibujado lo que hizo ya equivale a una expiación". Así es. machetes, sangre que se bebía, zanjas. El horror de las guerras civiles.

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