lunes, 21 de junio de 2010

Pelis

Tenías que ser tú, fantástica, maravillosa, divertida aun cuando pierde atractivo por el hecho de estar doblada. Pero sucede en Irlanda y los paisajes y los paisanajes son retratados de manera pintoresca y grandiosa, lo que inspira y sustenta los anecdotarios sabrosísimos de la peli, que no ocurren porque sí sino porque estamos donde estamos. Los acantilados, la campiña, los verdes y los grises, al cliamtología inclemente, las ciudades. Y el paisanaje acompaña con sus expresiones y sus gestos todos los accidentes de los protagonistas enmarcándolos con un gran escepticismo. Una belleza.
En cambio, un funeral de muerte, de Sony, también doblada, una auténtica gilipollez. Tanta, que si no fuera por la mierda, no tendría apenas contenido. Sin el añadido de la mierda, los vómitos y las tías buenas, eso no tendría ni argumento.
Compadezco a los que se tienen que tragar toda esta basura, tanta tanta, por obligación. Los actores deben de ser de primera, pero no basta, me dormí y me aburrí en el resto.
Iba comida y hasta bebida de una presentación en el Welington por parte de Bancaja, que fue una gloria: Gago Saldaña se apellida el autor del estudio sobre las nuevas tecnologías que resultó premiado con una beca. Soberbio el catering. Y sin canaperos!
Finalmente el etatro, también sobre al muerte que vi el sábado en Cuarta Pared. ¿Y si aboliéramos el limbo? La "vida" que llevan unos muertos, obligados a "vivir" de ocupas en una casa al haber suprimido el limbo la iglesia católica por falta de presupuesto, es el leit motiv de la obra y lo que da lugar a todo juego de palabras con la vida y al muerte. Se ríe uno, pero el final deja un poco cortado al personal, como si se esperase otra cosa, algo más acorde con las nuevas circunstancias vitales de esos muertos, que se comportan como vivos en todo momento pero sin poder salir de allí ni siquiera suicidándose.

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