jueves, 29 de abril de 2010

villa Amalia

Se me había olvidado la de Isabelle Huppert, Villa Amalia, que me impresionó de narices. La soledade buscada, querida, de alguien que con tener éxito profesional, social y amoroso, descubre de repente que su vida se le está yendo sin gracia, como echada por el retrete. La detonación es la traición del amante, pero sólo la detonación, no hay vuelta atrás. Vende todo de prisa y corriendo, casa coche y pianos y pone el dinero en la cuenta de un amigo gay que vive con su madre y que no la traicionará. Se larga anónima, con dinero pero anónima, y se instala en una isla perdida de la costa italiana que ni siquiera se dice el nombre, sólo Villa Amalia, la casa abandonada que el alquilan y que se había construido para una mujer que murió ¡por su hermano! Allí una mujer se enamora de ella cuando una pareja la rescata casi congelada en altamar porque le había dado un calambre.
Me dieron ganas de vender todo tb y largarme, en tren y en barco, a Tánger, a Túnez, por ejemplo, pero yo no puedo, tengo madre y la mía no está momia como la suya, cuidada en su casa por alguien. Pero lo haré. Y si encuentro a alguien, mejor que mejor.
Welcome: así escrito en el felpudo de una casa, que sólo tiene de welcome el felpudo. La casa de alguien que denuncia a quien se relaciona con ilegales, en Calais, y se entiende, la zona es un auténtico campamento de refugiados, hasta gasean a quien les dé de comer y encarcelan a quien les aloje. Acabo de verla y Vincent Lindon lo borda, va cambiando del rechazo a prohijar a uno de éstos, que acaba muriendo en su intento de llegar a Londres. Aquello es terrible y es así, no tiene solución. Si se ayuda a uno, mañana llegan 500 y pasado mil.
Qué grande en el Instituto Italiano, la presentación del Fest de Nápoles, dice el representante quer además del festival hay una fundación que con los mismos fondos (6 millones al año) crea cultura en toda la zona incluido el barrio del que salió Gomorra, donde están formando un grupo de teatro para combatir la delincuencia) y curiosamente han tenido que unir teatro y goles en un concierto porque allí el año que Nápoles ganó el mundial, el 45% de los niños se bautizaron Diego armando. Dijo cosas curiosísimas, como que los diablos de Dostoiewski duraron 12 horas y otra donde se come y todo con los actore scelebrando entre todos, público y actores un auténtico banquete que de eso se trata la obra, dice que la mayor iunvestigación ahora es sobre el tiempo de duración de las obras, la realidad vivida y representada, así dijo. Entendí todo en italiano, otyros con casco y yo no-

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