jueves, 2 de junio de 2016

Steve McQuenn: The man & le Mans. Estreno el 3 de junio

Steve McQuenn: The man & le Mans es la odisea de un hombre de origen humilde que llegó al estrellato, Y que queriendo morir en la carretera al volante de un bólido, acabó muriendo en una cama en México mientras intentaba curarse del cáncer de pulmón. Dirigida por Gabriel Clarke (The Fight of Their Lives) y John McKenna (When Playboys Ruled the World) la película Steve McQueen: the man & le mans retrata la verdadera pasión y obsesión del legendario actor de Hollywood por las carreras de competición. Para Steve McQueen, correr en un coche de carreras era lo máximo: "Correr es la vida, lo de antes y después, es la espera". "Cuando corres tienes tan cerca la muerte que casi te toca el hombro, y sin embargo, hay tanta paz... Esto es lo que yo quisiera regalarle al mundo". Son frases que el pronunció durante el rodaje y que le embriagaban. Partiendo de material de archivo y testimonios de primera mano, Steve McQueen: the man & le mans cuenta la historia del rodaje, bajo la dirección del propio actor, de la película "Las 24 horas de Le Mans" en 1971 y de cómo una de las estrellas más carismáticas de su generación se propuso perseguir su sueño hasta el final, un sueño que casi lo destruye y "sin casi", ya que su muerte por amianto en sus pulmones, el mismo que se usaba para fabricar los trajes de los pilotos, no fue casual ni misteriosa. Cuando llegó todo el equipo -y toda la familia McQueen- al pueblecito de Le Mans fue la sensación, grandísima la catedral y su protagonismo, como si las gárgolas supieran algo o lo presagiaran. Ahora, todo ese material sale a la luz para ayudarnos a comprender la visión que McQueen tenía de la película más importante de su vida: "Si tenemos que hacerlo, lo haremos. Sin tonterías, sin dar vueltas. Con toda la pureza y en una sola vez". El mantra que le hacía ser él mismo y ponerse a todo, su personaje inconfundible en la vida real y en la de la pantalla, era siempre éste: "Yo sé lo que está bien y lo que está mal. Vengo de muy abajo (nació en una granja de la que siempre estuvo deseando salir) y no me comprometo con nada. Mucho menos con las mujeres". Sin embargo, en la época estaba casado enamorado y con dos hijos pequeños. Sinopsis: En 1970, Steve McQueen era el rey de Hollywood. Tras el éxito de El caso de Thomas Crown y Bullitt (1968), nada podría hacerle caer. Amante del automovilismo, ahora podía hacer una película que sería la pasión de su vida. Su rodaje cambiaría su vida para siempre. La película combina impresionantes secuencias inéditas y grabaciones de audio de entrevistas. Es la historia verídica de una leyenda del cine que arriesgó todo para hacer realidad su sueño. En la cinta Natalie Wood en todo su inocente esplendor entregándole un Óscar, todo el documental está lleno de remembranzas. Pero la gloria se le subió a la cabeza y las mujeres también. "Su remolque nunca estaba vacío". Lo dicen los pilotos que participaron en el rodaje (que se hizo en riguroso directo, poniendo cámaras en el coche más suicida) y lo cuenta su mujer de entonces, la cantante filipina Neile Adams, madre de sus 2 hijos, (casados desde 1956, se separaron en 1972): "él me decía siempre: no puede ser que me cueste muchísimo trabajo conseguir en casa lo que me regalan fuera". Ahora sonríe al contarlo, pero su cara cambió en las fotos de entonces sustituyendo la sonrisa de enamorada por una mueca amarga. Sin embargo cuenta también cómo él se vino abajo al confesarle ella su propia infidelidad: "él estaba tan absolutamente confiado en que a mí se me podía hacer cualquier cosa, que se derrumbó." Con todo, lo más grave fue su muerte a los 50 años por cáncer, a la que no fueron ajenas su pasión ni las circunstancias del rodaje. El hallazgo del amianto en sus pulmones fue un misterio hasta que se descubrió que los trajes de los pilotos de Fórmula 1 en los años 60 y 70 se hacían con este material. Sin embargo, el resto de los pilotos que salen en la película porque estuvieron allí y lo trataron, han vivido largamente y se han podido retirar para dedicarse a sus hobbies, pilotar aviones, pintar, etc. También aceleró su cáncer el stress, la presión, que él resume de esta manera: "ser actor es algo fabuloso, pero ser estrella es un infierno." La película, dirigida y guionizada por él mismo sobre la marcha, se convirtió en un caos y se salió de todo (de presupuesto, de guión, de nervios, de director John Sturges que lo mandó a paseo). Para que por fin otros la acabaran, Steve McQueen tuvo que firmar "con sangre" (el documento lo enseña su hijo, niño entonces, que se parte de risa con la ocurrencia paterna) su renuncia a seguir mandando en ella para que otros se ocuparan, y al acabarla (1973), separación y divorcio: nunca volvió a ser el mismo, fue su punto de inflexión. Su hijo Chad está marcado igualmente por esta droga que su padre le inculcó de niño poniéndole con él al volante ("es la más dura que existe") pero, al igual que su padre, "no cambiaría nada de mi vida". Ahora, también actor, tiene un ojo mal, por lo que ha de llevar gafas de sol siempre, lleva varios tornillos en el cuello a causa de una lesión, pero... En palabras de uno de los colaboradores, era Ícaro sin darse cuenta de que la cera de sus alas estaba empezando a derretirse.Una auténtica odisea vital que acabó demasiado pronto.

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