Más allá de las montañas. Viaje a un país sin pasado.

Más allá de las montañas (y de cualquier rastro de cultura milenaria)
Como en el libro de Javier Reverte, no se ve ni un pájaro, ni un árbol. Tan sólo unos arbustos desgarbados a la orilla de un camino sobre los que explosiona un paquete de dinamita. Parece ser el juego preferido de los chinos, la pólvora, que para eso la inventaron ellos y así suenan a fiesta la explosiones. Desde una aldea en las orillas de la novena presa del Yangtssé (El río amarillo), hasta la capital financiare Shangai, ya en la desembocadura  del mítico río y tan a orillas del Paciífico que no parece China (porque allí entre otras cosas el aire es respirable), los protagonistas de Más allá de las montañas hacen el mismo viaje que hace Javier Reverte en su libro Viaje a China. Un país sin pasado, en un periplo que recorre desde el nacimiento del Yangtsé hasta su desembocadura viendo los logros delgran salto hacia adelante que decretó el Gran timonel Mao ze dong. Sólo en la tereca parte, en australia, se rompe el paralelismo, pero la falta de raíces de un país sin pasado que ha eliminado toda huella para lanzarse en brazos dle capitalismo y pensar sólo en el dolar, se acusa en la psicología dolorosa de sus protagonistas.  MÁS ALLÁ DE LAS MONTAÑAS es la última película del reconocido director Jia Zhang-Ke (Un toque de violencia, Naturaleza Muerta). En MÁS ALLÁ DE LAS MONTAÑAS el realizador chino aborda aspectos como la amistad, el amor y los lazos familiares, relacionados con el tema que engloba toda la película: el paso del tiempo. El cambio y el progreso, tanto a nivel social como a nivel personal quedan excelentemente plasmados en la filmación de Jia Zhang-Ke (quien cambia de formato dependiendo del período, mostrando las diferentes épocas a través del lenguaje cinematográfico) y en el trabajo de los actores, destacando la brillante interpretación de la actriz Zhao Thao, la musa del director a quien vemos evolucionar desde su juventud hasta su madurez.

MÁS ALLÁ DE LAS MONTAÑAS, coproducción china y francesa, logró la empatía del público en el Festival de San Sebastián 2016, donde se alzó con el Premio del Público a Mejor Película Europea.