sábado, 30 de enero de 2016

Joaquín Montero. Complete Piano Works

Presentación de las obras completas de Joaquín Montero para piano

Bajo el título Joaquín Montero. Complete Piano Works, el sello discográfico NÎBIUS presentó en Madrid el viernes 29 de enero el primer CD de su catálogo, un disco dedicado a la obra completa para piano del músico sevillano Joaquín Montero (1740 – ca. 1815), interpretada por Pedro Piquero.
En el acto, intervinieron el director del nuevo sello, José Miguel Martínez, el académico Andrés Ruiz Tarazona, el director de cine Rubén García y el pianista Pedro Piquero como intérprete del disco.
Joaquín Montero fue un músico sevillano del siglo XVIII con una obra prodigiosa que ha permanecido hasta ahora olvidada e inédita. Sin embargo, su significado fue grande en el momento de producirse, como revelan sus contactos con músicos europeos coetáneos que visitaban Sevilla, siendo muy alabado por el fabulista y musicólogo Iriarte. Joaquín Montero era uno de los ilustrados que frecuentaban la tertulia de Olavide, del que era gran amigo. Éste, a pesar de que no era español sino peruano, sentía gran preocupación por el devenir de España, llegó a ser alcalde de Sevilla y promovió la amistad con diferentes sociedades de Amigos del País, particularmente la Bascongada. A estas reuniones de ilustrados, acudía también Jovellanos que, en sus largas temporadas en Sevilla, escribió algunas de sus obras de teatro, y en tertulias como la de Olavide, se empezó a fraguar por aquel entonces lo que por fin ha sido y es nuestra democracia.
El el acto, después de escuchar varias piezas del disco, se presentó el video Silente, primera parte de un trabajo documental sobre la música y la vida de Joaquín Montero, del que es autor el director Rubén García y productor el pianista Pedro Piquero.
La nueva discográfica NÎBIUS, propiedad de la cantante lírica Magdalena Llamas y del productor José Miguel Martínez, tiene pensado sacar un disco al mes dedicado a rescatar la música española “patrimonial”. Una música que se encuentra “escondida” en los archivos de las iglesias, de los palacios y de los monasterios y conventos y que es muy difícil sacar a la luz por falta de apoyos y porque “ya sabemos lo difícil que es rascar en el Patrimonio”.
José Miguel Martínez es a su vez propietario y director de la discográfica VERSO, a quien tanto debe la música española, con lo cual se puede afirmar que sabe de lo que habla. Curiosamente se repite lo que ya se ha dicho tantas veces de lo español y concretamente de la música: lo que aquí denigramos -o simplemente ignoramos olímpicamente- fuera se pirran por oírlo, por lo que tal vez este disco sobre Joaquín Montero tenga un éxito inmediato en el extranjero y mucho más tardío y a regañadientes aquí.
Quieren los propietarios de Nîbius que mes a mes vayan saliendo discos de un programa que José Miguel Martínez ya tiene casi ultimado: 1. Enrique Granados en homenaje por el Centenario de su muerte. 2. Music of Spain (Falla, del que es una enamorada la cantante Magdalena Llamas, Albéniz, por su aparente facilidad asequible a todos, entre otros) 3. Cuarteto de cuerda a España, con los desconocidos Laporta, Arregui, Serrano, Olmeda. 4. Doble disco con las Sonatas del Palacio Real de Madrid ,
Sobre el siglo XVIII, asombra a primera vista que un siglo “dominado por la ignorancia” diera individualidades tan poderosas y de una obra tan prodigiosa como Joaquín Montero. Nada más alejado de la realidad, puesto que delante de él había muchos siglos de músicos españoles excelentes, Precisamente la obra de los 13 músicos que Iriarte nombra en su poema didáctico La música, acaba de editarse bajo el título “Los 12 músicos de Iriarte”.
Otra cosa es que nos hayamos empeñado en ignorarlos a todos ellos, repitiendo hasta la saciedad que fueron siglos de ignorancia y atraso secular. Por poner un ejemplo, Franz Joseph Haydn era más conocido en España que en ningún otro país europeo y que en el suyo propio (Austria), de ahí que a nadie le extrañara que la ciudad de Cádiz le encargara Las siete últimas palabras de Cristo en la cruz (1786) y que Napoleón, con muy buena táctica, sabedor de la pasión de los sevillanos por la música de Haynd, hiciera tocar para ellos sus Sinfonías de París (1785–1786) en un magno recital regalo del emperador a sus nuevos súbditos. Por cierto, que la copia más original de estas Sinfonías está guardada en la Biblioteca del Conde Duque (Madrid).

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