sábado, 22 de septiembre de 2012

5 de septiembre: Norma Duval y Banco malo



Paso ayer por la Plaza de la Independencia, veo el banco del que me caí el verano pasado rompiéndome el hombro. Sigue igual, sin respaldo y todo diseño, como un cabrón con púas dispuesto a jugársela a alguien desprevenido: Banco malo.
Carla Duval es un prodigio, sobre todo con los caballos. Cuánto pintó la pobre, ¿a qué frustraciones, a qué dolores de alma se debió esa afectividad tan febril? Su hermana la expone ahora en Casa de Vacas.

Cuando yo acabé la tesis, le rogué a Dios: Diosito, no me permitas hacer otra; dame un entretenimiento más bonito. me refería al amor. No me lo dio, pero al menos me apartó de hacer más tesis.

En el libro de firmas puse: Gracias, familia.

Espero que lo entendieran para bien, yo me veo muy cerca de ellas.

Al salir, dos azafatos, uno de cada género, daban a elegir: Aceite de oliva en una botella virgen o gafas de sol.

Algunos se llevaban varias de todo. Las paseaban ya por la sala antes de salir. Qué tropa hay en Madrid. Insaciables.

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