viernes, 5 de enero de 2024

24 de diciembre de 2023. La cena de Nochebuena del P. Ángel en el Teatro Real

Todo empezó en 2015, cuando el Padre Ángel (Ángel García Rodríguez. Mieres 1937) tuvo la idea de dar un homenaje a "sus pobres", particularmente a las personas sin hogar. Y para ello pensó qué mejor que invitarles a cenar en Nochebuena en sitios emblemáticos, sitios a los que ellos nunca pensaron entrar antes, como el Senado, o el Congreso de los diputados... o sitios preciosos, como el Círculo de Bellas Artes, o el palacio de Cibeles, o el Teatro Real que hoy se viste de gala para acogerlos con todos los honores, con sus autoridades a la cabeza acompañando al Padre Ángel y sintiéndose honradísimos en su compañía. La cosa es para verla, no para contarla, aunque merece la pena intentarlo. Son cien los elegidos para esta cena de gala pero aspirantes había muchos más: as cien tarjetas volaron en una hora apenas se anunció la convocatoria, que hay mucha gente rondando la iglesia de San Antón donde la selección se lleva a cabo, y un homenaje en una noche así, con este frío, a nadie le amarga un dulce. Saben que en las cenas del Padre Ángel no hay alcohol, y ese es un pero de los gordos, que habrá que conformarse con agua, refrescos todo lo más, pero ya cuentan de antemano con la propinilla que su protector les va a dar en metálico al final de la cena, como aguinaldo, y eso será suficiente para combatir el frío de la noche. Una noche que todavía no empezó. Son las seis de la tarde cuando los invitados empiezan a subir las escaleras de honor del Teatro Real hacia el salón principal, que está en la segunda planta, pero la mayoría han llegado mucho antes. Algunos necesitan ascensor y han de ser conducidos y acompañados por trabajadores del Real, otros llegan con más baúles que la Piquer y necesitan guardarropa... Todos los servicios han de estar disponibles y a pleno funcionamiento, como lo demuestra la brazadas de rollos del preciado papel (higiénico) que porta una joven vestida con el uniforme de la casa. No falta un detalle y la atmósfera es muy cálida. Entre los que han venido al Real para apoyar al Padre Ángel, reconozco a Juan Miguel Hernández León, presidente del Círculo de Bellas Artes, cargo que lleva desempeñando 30 años por elección -me subraya- y que cuenta cómo le pidió el Padre Ángel celebrar esta cena en el salón de baile, nada menos, de la citada institución, cosa que ocurrió en la Navidad de 2017: -Que ya te digo que sí. P. Ángel: -¿Cómo? -Que sí. P. Ángel: -Y yo que traía preparado un discurso, ¿qué digo ahora? -Pues ya no tienes que decir nada. Hala, como sabía a qué venías y sé que consigues todo lo que te propones, pues hala, está concedido. Ya lo tienes. Es tuyo. Se conocen de hace mucho y las palabras, pocas. En el hall del Teatro Real, al Padre Ángel se le veía radiante, con su bufanda roja y su sonrisa inconfundible, junto a Gregorio Marañón, director del teatro, en uno de sus días de gloria. Allí acudió la embajadora de EEUU, Julissa Reynoso, a hacerse la foto con él ante el árbol de los deseos y declararse su admiradora incondicional. También estaban José María Coello, vicerrector de relaciones institucionales de la Complutense, y el citado Hernández León. Trabajadores y voluntarios de Mensajeros de la paz cubren la logística y todo el personal necesario del Teatro Real está en disposición. Éxito. Paralelamente a esta cena de gala, la iglesia de San Antón acogía a otros cien comensales y hacia allá se ha de dirigir el Padre Angel cuando acabe aquí, lo que ocurrirá sobre las ocho y media de la tarde, quizás para ser increpado a la entrada por los que no han podido acceder al interior del templo, que son multitud. Y lo harán más que por la cena, por la propinilla, ya saben que la ha habido en el Real y su cuantía. Con estos avatares y procesiones, cayó la Nochebuena sobre Madrid, y cuando el reloj de la Puerta del Sol dio las diez en punto, pude comprobar, ya en la Plaza de Canalejas, cómo de repente bajaba la temperatura y entraba un aire helado procedente de Atocha-Recoletos que calaba hasta los huesos. No había marcha atrás sino recogerse a tiempo. Había llegado la hora de echar de menos el tener un hogar. Aunque sea de soltera. NOTA VERDADERA En lo de más arriba, coinciden todos los medios. Ahora lo que nadie cuenta y que, o bien el P Angel delega y es engañado, o es que van siempre los mismos y pobres, pobres, muy pocos. Y si él lo sabe, el engaño sería mayor: De los 100 invitados, losllamados "extremamente vulnerables o en situación de sinhogarismo", apenas son 10 y creo qu eno llegan. La mayoría como Luis García, Emilñio el Argeentino y un largo etc, que incluye disidentes venezolanos, viven bastante cómodamente en casa propia y con su spensiones los primeros y ayudas de todo tipo el segundo. En estas cenas, así cono en lade ayer de Te invito a cenar, en la comioda de mañana de la Sant Egidio (en Medinacelli), en el brunch del Ritz del día 18 de diciembre y en la del Nocheviaje, van siempre lso mismos y lñas entradas se asignan, salvo poquísimas, en riguroso orden de conocimiento. Todos se conocen entre sí.

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