viernes, 5 de julio de 2019

Hamada, quién pudiera vivir allí sabiendo que tiene casa en otra parte!

“Desde 2014, he pasado un total de 8 meses en los campamentos de refugiados saharauis de Tindouf, donde conviví con la comunidad y juntos construimos una relación profunda e íntima. Allí conocí a gente extraordinaria que se involucró fuertemente en la película, hasta acabar convirtiéndose en los propios protagonistas de la misma. Así, nuestro proyecto se convirtió en una plataforma para que pudiesen expresarse libre y abiertamente. Hamada habla de juventud, resistencia y rebeldía, retratada a través de fragmentos de vida de los jóvenes saharauis. Nuestros personajes tienen alrededor de veinte años y se sienten atrapados en este vasto e inhóspito desierto, pero mantienen toda la vitalidad, ímpetu y deseo de la juventud. Se sienten en un estado perpetuo de espera, pero se rebelan contra la inmovilidad tratando de seguir avanzando. La pregunta era entonces: ¿cómo se inventa y reinventa uno cada día en un lugar donde nada parece ocurrir, donde nada parece moverse?” Eloy Domínguez Serén

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