Película nostálgica sobre el paso del tiempo, las ilusiones perdidas, la juventud perdida y las ganas de subirse al penúltimo tren.
Bajo pretexto de gira por librerías y espacios casi íntimos (es los oye se lleva ahora y no las salas o locales), dos viejos amigos, antiguos novios y colegas de grupo pop desaparecido se vuelven a reunir. Ella, casada con un futbolista ya retirado, tiene el porvenir resuelto y es madre de dos churumbeles; él sobrevive como puede vendiendo cremas. Van recorriendo sitios reconocibles por sus cascos antiguos, sal del hotel Alfonso VIII (Cuenca) y su maravillosa terraza comedor de fabulosas vistas, Plasencia y sus iglesias y calles, tal vez Ciudad Rodrigo, por los bancos de piedra con herrería que los hace difícil de compartir, Salamanca, Madrid...
Todo es modesto pero confortable, van a ganar poco pero les pagan todo, las librerías tienen una clientela fiel aunque pequeña que no falla.
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