lunes, 16 de marzo de 2015

Negociador,OK estreno el 13 de marzo

 Borja Cobeaga es uno de nuestros directores y guionistas más cotizados. Después de coescribir, junto a Diego San José, el mayor éxito del cine español en toda su historia (Ocho apellidos vascos, de Emilio Martínez-Lázaro) se ha puesto tras las cámaras para proponernos esta comedia basada en hechos reales sobre el principio del fin del terrorismo de ETA, que recibió el Premio Irizar del Cine Vasco en el Festival de San Sebastián.
   Manu Aranguren (Ramón Barea) es el enviado del Gobierno español para negociar con ETA el cese definitivo de la violencia en un hotel del País Vasco francés. El representante de la banda es Jokin (Josean Bengoetxea), y en el encuentro también participan Nicholas (Jons Pappila), un moderador internacional; y Sophie (Melina Matthews), la secretaria. Las tensiones iniciales dejan paso a una relación más amistosa entre Manu y Jokin, pero la cúpula etarra sustituye a su delegado por un negociador más duro, Patxi (Carlos Areces), y todo lo que se había avanzado queda en suspenso ante el comportamiento hostil del activista.

Ramón Barea, protagonista del filme
Ramón Barea, protagonista del filme
   Negociador está protagonizada por Ramón Barea, una presencia frecuente en el cine español de las últimas décadas, en las cintas Justino, un asesino de la tercera edad (Santiago Aguilar y Luis Guridi, 1994), La buena vida (David Trueba, 1996), En la puta calle (Enrique Gabriel, 1999),La comunidad (Álex de la Iglesia, 2000) o Blancanieves (Pablo Berger, 2012). “Con Ramón ya he trabajado en anteriores películas y tengo una confianza absoluta en sus posibilidades”, comenta el director Cobeaga sobre el intérprete bilbaíno que reclutó para Éramos pocos (2005), su memorable cortometraje nominado al Óscar. En teatro, Barea ha destacado en montajes como el de Las comedias bárbaras, de Ramón María del Valle-Inclán, y recibió en 2013 el Premio Nacional de Teatro. Josean Bengoetxea tiene igualmente un cometido importante enNegociador. Ha demostrado su talento en Bajo las estrellas (Félix Viscarret, 2007), Celda 211(Daniel Monzón, 2009), Lo mejor de Eva (Mariano Barroso, 2011) y las recientes Los tontos y los estúpidos, de Roberto Castón; y Loreak, de Jon Garaño y Jose Mari Goenaga. 
  Carlos Areces  Extraterrestre (Nacho Vigalondo, 2011) o Los amantes pasajeros (Pedro Almodóvar, 2013), además de su participación en el grupo de humor Muchachada Nui. Pero el madrileño también ha exhibido su vena trágica en Balada triste de trompeta (Álex de la Iglesia, 2010), Premio Sant Jordi al mejor actor, y ahora en este inquietante personaje de Negociador (basado en el líder etarra Xabier López Peña,Thierry)tan dispuesto a gastar una broma como a amenazar de muerte a quien se oponga a sus objetivos. “Los cómicos son capaces de incorporar a villanos de altura. Carlos es un ejemplo muy claro de esto”, declara Cobeaga, que acaba de dirigir a Areces en Aupa, Josu, episodio piloto de una serie para ETB. 
   En personajes secundarios encontramos a Óscar Ladoire (Alberto, alto cargo en el Ministerio del Interior), que intervino en Pagafantas (2009), el debut en el largometraje de Cobeaga. También le recordamos en Ópera prima (Fernando Trueba, 1980) y Las edades de Lulú (Bigas Luna, 1990). Otro papel de reparto es el de Melina Matthews, actriz barcelonesa de padre galés y madre francesa, una de las caras nuevas de la segunda temporada de la serie El Príncipe. Por último, tienen apariciones especiales Raúl Arévalo (Rafa, novio del personaje de Melina), que presentó semanas atrás Las ovejas no pierden el tren, de Álvaro Fernández Armero; y Secun de la Rosa, popular intérprete de las series Aída Amar es para siempre. En 2014 estrenó Pancho, el perro millonario, de Tom Fernández.
Barea, junto a Secun de la Rosa y Carlos Areces
Barea, junto a Secun de la Rosa y Carlos Areces
  La primera vez (2001) o Marco incomparable (2009), y del filme No controles (2010), que protagonizaron Unax Ugalde y Julián López. En Negociador ha querido desdramatizar un tema espinoso y traumático como las negociaciones de ETA y el Gobierno español entre 2005 y 2006, que no lograron terminar con la lucha armada pero sí supusieron un avance en esa dirección.“No he tenido la intención de hacer una crónica realista de lo que pasó en esas conversaciones, sino centrarme en los detalles que la rodearon, y esos detalles convierten la película en una comedia”, afirma el cineasta.
La habilidad de Cobeaga para hallar aspectos humorísticos de una situación como la que se cuenta en Negociador es sorprendente y casi milagrosa. Humaniza a esos personajes elegidos para acabar con décadas de atentados y asesinatos, y a través de ese contacto descubrimos sus debilidades.El éxito de Ocho apellidos vascos no va a ser una excepción en la filmografía de este gran experto en comedias. 

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