miércoles, 2 de julio de 2014

Ayer se acabó Arriba y Abajo con la boda de Georgina

Qué cosa tan bien hecha, qué dibujo de caracteres en lo más mínimo, desde el señor hasta el criado. Y no sobra una palabra, pues no hay ni una, ya sean dichas por los señores o por los criados, no hay ni una que no revele un estado de cosas, una sociedad en eterna ebullición a pesar de los conservadurismos y sus víctimas propiciatorias, como el pobre James, que acaba pagando su afán de ser rico. Es el año 29 con el estallido de la bolsa y sus repercusiones en Londres, en el 165 de Eaton Place, como antes habían llegado hasta allí los coletazos de la Gran Guerra.
Y dice Hudson regalándole su Diario al que va a ser mayordomo: Edouard, piensa siempre lo que yo haría en tu lugar. El mundo que hemos conocido se está desmoronando, tú eres el último afortunado (de chófer a mayordomo), vas a ser mayordomo en una casa ducal.
No se puede dar mayor muestra de conservadurismo y respeto por las tradiciones y al mismo tiempo mayor conciencia de que el mundo que ellos han conocido nunca volverá. En adelante el mundo no será de los fieles sino de los listos como Rudy, que ya está pensando en heredar la pensión cuando el sr. Hudson y la sra. Bridges mueran. Es la que más tiene los pies en el suelo, carne de cañón con los pies en el suelo, ve venir los cambios bajo sus pies.

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