El otrora histrión y alma del grupo en varios tiempos Iggy Pop, lúcido y nostálgico ahora, es quien le hace de narrador. Para unos, una gozada, para otros una provocación, a The Stooges el éxito los ensalzó sin que ellos supieran muy bien por qué (sólo seguían sus instintos) ya que lo de abusar de las drogas vendría después, es posible que por entonces no se supieran aún las consecuencias de usarlas: en ellos la provocación era sólo un impulso instintivo de encontrar otro modo de vida. Sus danzas eran lo que les dictaba el cuerpo sobre el escenario, su embriaguez era natural, tal como les nacía. Iggy Pop se convertía en macaco y caía sobre el público rompiéndose los piños, olvidado de todo (había esperado que dos tías gordas que había en primera fila le recogieran, pero se apartaron y adiós piños, tabique nasal, etc.
Gimme Danger (2016), documental que recorre el desarrollo y la trastienda del grupo, es obra de Jim Jarmusch, director de cine alternativo (autor entre otros éxitos de Sólo los amantes sobreviven). lleva más de 30 años recogiendo con su cámara las consecuencias sociales de The Stooges, una banda de rock que no sólo ha influido en la música, sino en la sociedad en la que nació y en las que la siguieron.
Iggy Pop, en la actualidad, durante el rodaje del documental, sereno y jocoso con muchas de las cosas que narra como superviviente.
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