El Museo del Traje inauguró el 15 de noviembre la exposición temporal “Tino Casal. El arte por exceso”, una muestra con la que se quiere descubrir parte del extenso legado de Casal, una de las grandes estrellas del pop español de los 80, más allá de su labor como cantante, destacando sus múltiples facetas creativas como productor musical, diseñador de accesorios y vestuario, estilista, decorador y escenógrafo, pintor y escultor.
Comisariada por Rodrigo de la Fuente, subdirector del Museo del Traje, y Juan Gutiérrez, técnico de Indumentaria del Museo, en ella se exponen más de doscientas piezas, que incluyen cincuenta conjuntos y complementos de indumentaria, portadas de discos, fotografías y obras de arte realizados por el propio Casal, procedentes en su mayoría de préstamos de la colección privada de su familia, pero también objetos de las colecciones del Museo del Traje y de la Biblioteca Nacional, así como de prestadores vinculados de un modo u otro a la figura del artista, como su productor Julián Ruiz, los diseñadores Francis Montesinos o Antonio Alvarado, o el músico Fortu Sánchez.
Hay que agradecer a la familia, en primer lugar ,que haya custodiado los objetos personales y artísticos de Tino Casal en el momento de su muerte, lo cual constituye, junto con sus canciones y su valiente personalidad, lo más valioso de su legado; y en segundo lugar, que los haya ofrecido como préstamo para la exposición que se exhibe al público.
Durante el cócktail qu ese ofreció a continuación en otra de las inmensas salas del Museo que dan al jardín, se pudo oír en todo momento su música acompañada por videos de sus espectáculos donde se aprecian en particular los lujosos trajes que él mismo diseñaba.
El recorrido, que se complementa con obras de artistas fundamentales en la carrera de Casal, como Costus, Fabio MacNamara, Pablo Pérez-Mínguez o Miguel Trillo, gira en torno a nueve áreas temáticas dedicadas a momentos clave en la vida del artista.
Comisariada por Rodrigo de la Fuente, subdirector del Museo del Traje, y Juan Gutiérrez, técnico de Indumentaria del Museo, en ella se exponen más de doscientas piezas, que incluyen cincuenta conjuntos y complementos de indumentaria, portadas de discos, fotografías y obras de arte realizados por el propio Casal, procedentes en su mayoría de préstamos de la colección privada de su familia, pero también objetos de las colecciones del Museo del Traje y de la Biblioteca Nacional, así como de prestadores vinculados de un modo u otro a la figura del artista, como su productor Julián Ruiz, los diseñadores Francis Montesinos o Antonio Alvarado, o el músico Fortu Sánchez.
Hay que agradecer a la familia, en primer lugar ,que haya custodiado los objetos personales y artísticos de Tino Casal en el momento de su muerte, lo cual constituye, junto con sus canciones y su valiente personalidad, lo más valioso de su legado; y en segundo lugar, que los haya ofrecido como préstamo para la exposición que se exhibe al público.
Durante el cócktail qu ese ofreció a continuación en otra de las inmensas salas del Museo que dan al jardín, se pudo oír en todo momento su música acompañada por videos de sus espectáculos donde se aprecian en particular los lujosos trajes que él mismo diseñaba.
El recorrido, que se complementa con obras de artistas fundamentales en la carrera de Casal, como Costus, Fabio MacNamara, Pablo Pérez-Mínguez o Miguel Trillo, gira en torno a nueve áreas temáticas dedicadas a momentos clave en la vida del artista.
Retraté a estas personalidades por llamar poderosamente mi atención. Ellos eran los que de verdad componían la fiesta y no los canaperos que los había a granel (asaltando a los camareros, pillando de tres en tres las brandadas de bacalao... pues era un catering por todo lo alto). Estos no sé si apenas cataron algo pues estaban divinos consigo mismos:
Juan de Gonáriz, diseñador de vestuario de espectáculos
Manuel de Gotor, diseñador de moda, con una camisa blanca de lentejuelas transparentes que parecía de piedras preciosas
Fran de Cristal, que suena como Mar de Cristal, diseñador. Se le ve mal pero es una belleza rubia con un lunar muy bien puesto.
Sansano, performer, es el de la cresta amarilla, que luego, "en el siglo", tiene una melena preciosa ondulada castaño natural. El de al lado, es Javier Losada, músico -me dijo- de Tino Casal, y ellas dos -creo- son las hermanas de Tino.
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