jueves, 11 de agosto de 2016
martes, 9 de agosto de 2016
Julian Barnes, entrevistado en El País a propósito de su novela El ruido del tiempo, sobre Shostakovich
Julian Barnes: “Los monstruos del siglo XX se comieron a los héroes”
El autor publica ‘El ruido del tiempo’, sobre la trágica historia del
compositor Dimitri ShostakóvichShostakóvich“Los británicos siempre hemos sido los malos
europeos”, dice sobre el Brexit
Londres 31 JUL 2016 - 00:01 CEST
[image: El escritor Julian Barnes, en Edimburgo, en agosto de 2015.] El
escritor Julian Barnes, en Edimburgo, en agosto de 2015. Roberto Ricciuti Getty
Images
El 28 de enero de 1936, dos días después de que Stalin abandonara una
representación de la ópera *Lady Macbeth de Mtsensk*,
el *Pravda* publicó un editorial que constituye quizá la más aterradora
crítica musical del siglo XX. La abundancia de errores gramaticales hizo
sospechar a muchos que era el propio Stalin quien lo había escrito: nadie
habría osado corregir al dictador. La reseña cambió para siempre la vida
del autor de la ópera, un Dimitri Shostakóvich
de 29 años, cuyo trabajo había cosechado un reconocimiento internacional
que aquel día se volvió contra él. Ese texto podía significar un billete a
Siberia o a la tumba.
MÁS INFORMACIÓN
- “Eso de que lo que no te mata te hace más fuerte es una gilipollez”
- Todo sobre Barnes, en EL PAÍS
- Duelo y vuelo: puro Barnes
- Shostakóvich, entre el arte y el poder
*El ruido del tiempo* (Anagrama), la última novela de Julian Barnes
, empieza de madrugada en el rellano
de una escalera. Shostakóvich apura nervioso su quinto cigarrillo con el
abrigo puesto y una pequeña maleta a los pies, esperando a una policía
política que nunca llegaría. Prefiere aguardar a las puertas del
apartamento en el que su hija duerme y su mujer finge dormir, con la
esperanza de que, si lo encuentran fuera, no entrarán a por ellas.
Shostakóvich sobrevivió, siguiendo los dictados del poder, adaptando su
arte a la estética oficial. Se convirtió en uno de los más grandes
compositores del siglo XX, a costa de una parte de su dignidad
.
Su historia es un brutal ejemplo de los juegos entre el poder y el arte que Julian
Barnes, a sus 70 años (Leicester,
1946), ha decidido abordar con la libertad de un novelista y sin los corsés
de un biógrafo.
Recibe a EL PAÍS en su casa del norte de Londres. Un hogar en el que uno se
perdería curioseando entre libros y recuerdos, que se antoja grande para un
hombre solo. Su esposa, la agente literaria Pat Kavanagh, falleció en 2008.
La entrevista se produce unos días antes de que los británicos decidieran
abandonar la Unión Europea, un desenlace que no esperaba, pero temía, un
eurófilo como Barnes.
No fui feliz en mi piel hasta que me convertí en escritor”
*Pregunta.* Su admirado Flaubert dijo que los protagonistas de las novelas
no deben ser monstruos ni héroes. ¿Habría aprobado la elección de un
personaje como Shostakóvich?
*Respuesta.* Es gracioso que utilice esa cita, porque cuando empecé a
pensar en el libro iba a utilizarla yo. Él decía que la ficción debe
reflejar los tiempos modernos, y que ya habían pasado los días de héroes y
monstruos. Mi intención era que el narrador del libro explicara que en el
siglo XX los monstruos volvieron y se comieron a los héroes, así que no
quedaron héroes, solo monstruos y gente comprometida. Luego pensé que era
demasiado didáctico, más apropiado para un artículo que para una novela.
*P.* ¿Fue Shostakóvich
un cobarde?
En el siglo XX los monstruos se comieron a los héroes"
*R.* Yo creo que fue todo lo heroico que pudo ser, dadas las
circunstancias. Si quieres ser un héroe en la Rusia de Stalin, mueres. Tu
familia y tus colegas también. Es más fácil ser un héroe, lo difícil es ser
cobarde. Para ser un héroe solo tienes que serlo una vez. Cobarde debes
serlo cada día.
*P.* ¿Es necesario acomodarse al poder para sobrevivir como artista?
*R.* Depende de la naturaleza del Estado. Creo que Shostakóvich
es el compositor, en la historia de la música occidental, que más y durante
más tiempo ha vivido bajo presión. En general, los compositores llevan una
vida tranquila. Y hoy como escritor, en un país occidental, las únicas
presiones son las de no tener dinero o lectores suficientes. O las
presiones del éxito o el fracaso. Mi primer libro fue prohibido en
Sudáfrica y *El sentido de un final* se prohibió en Irán. No me ha costado
mucho dinero, y tampoco significa que no pueda viajar a esos países.
*P.* Comparte con Shostakóvich el miedo a la muerte. Dijo que cada día,
desde los 13 años, piensa un poco en ella.
*R.* Oh, sí. Lo hago. Todo el mundo debería hacerlo. Creo, como Montaigne,
que debemos pensar en la muerte cada día. Nos ayuda a entender la vida.
*P.* ¿Cómo ve el momento que vive su país?
*R.* Terrible. El referéndum sobre Europa
vino de ninguna parte. Fue una promesa de Cameron para comprar a sus
diputados y no pensaba que iba a ganar las elecciones. Subestimamos el
extremo hasta el que nos castigarán los europeos, y con razón. Siempre
hemos sido los malos europeos. Hemos sido el niño travieso en la última
fila tirándose pedos.
*P.* Tras 40 años de carrera, ¿le sigue proporcionando el mismo placer
escribir?
*R.* Más, si cabe, porque sé mejor lo que estoy haciendo. Cometo grandes
errores, pero estoy menos ansioso y me proporciona la misma emoción. Por
eso sigo haciendo periodismo también: me encanta escribir algo y que la
gente me diga lo que piensa inmediatamente, sin esperar meses. No me sentí
feliz en mi piel hasta que me convertí en escritor, cuando era un
treintañero. Pensé: esto es para lo que estoy hecho. Este es mi negocio.
Este es mi placer. Esto es lo que soy.
*P.* Vuelve a dedicar su libro a su esposa. ¿La echa de menos?
*R.* Mucho. Mis libros son para ella. Todavía escribo para ella. Siempre
fue mi primera lectora.
*P.* ¿Qué cosas le hacen feliz?
R. Ser capaz de publicar libros que interesen al público. La semana pasada
recibí una carta desde Hong Kong de una mujer que me daba las gracias
porque mi libro *Niveles de vida*
le había salvado la vida. Porque vio expuesta la verdad sobre la pérdida de
un ser querido. Se dio cuenta de que es normal estar enfadado, que es
normal que la gente no entendiera y no dijera lo adecuado. Sería una
exageración, pero te pellizca el corazón y te anima a seguir escribiendo.
El viejo celoso y Las Cervantas en Almagro
| |||||||||
|
Sánchez Ferlosio por Arcadi Espada El Mundo agosto 16
http://www.elmundo.es/cultura/2016/07/31/579cdd4c468aeb351f8b4660.html
miércoles, 3 de agosto de 2016
El 39 Festival de Almagro se consolida como referente mundial (Culturproject)
| ||||||||||||
|
martes, 2 de agosto de 2016
El caso Fischer. 12 de agosto
Las paranoias del héroe, nada infundadas, por cierto, acabaron convirtiéndolo en un marginal y dieron con él en el anonimato (buscado) y en una muerte prematura. De niño mimado por madre superprotectora, a héroe y de ahí a la marginalidad.
EL CASO FISCHER (“Pawn Sacrifice”) Biopic sobre el mítico jugador de ajedrez Bobby Fischer y su enfrentamiento con el maestro ruso Boris Spassky, en Reikiavik en 1972 la película se estrenará el 12 de agosto. En plena Guerra Fría, este duelo cobró proporciones mediáticas y tintes políticos sin precedentes y fue calificado como la “Partida del Siglo”. En Reikiavik se enfrentaron dos formas antagonistas de entender el ajedrez, la política y la vida.
EL CASO FISCHER (“Pawn Sacrifice”) Biopic sobre el mítico jugador de ajedrez Bobby Fischer y su enfrentamiento con el maestro ruso Boris Spassky, en Reikiavik en 1972 la película se estrenará el 12 de agosto. En plena Guerra Fría, este duelo cobró proporciones mediáticas y tintes políticos sin precedentes y fue calificado como la “Partida del Siglo”. En Reikiavik se enfrentaron dos formas antagonistas de entender el ajedrez, la política y la vida.
Con guión de Stephen Knight (“Promesas del este”, “Un viaje de diez metros”), EL CASO FISCHER está dirigida por Edward Zwick, el realizador de títulos tan populares como “Tiempos de gloria”, “Leyendas de pasión”, “Estado de sitio”, “El último samurái”, “Diamante de Sangre”, “Resistencia” y la secuela de Jack Reacher.
La cinta cuenta con Tobey Maguire (“Spider-man”, “El gran Gatsby”) en el papel de Bobby Fischer, Liev Schreiber (“Spotlight”, la serie “Ray Donovan”, “Los últimos días en Marte”) en el papel de Boris Spassky y Peter Sarsgaard (“La Huérfana”, “An Education”).
La cinta cuenta con Tobey Maguire (“Spider-man”, “El gran Gatsby”) en el papel de Bobby Fischer, Liev Schreiber (“Spotlight”, la serie “Ray Donovan”, “Los últimos días en Marte”) en el papel de Boris Spassky y Peter Sarsgaard (“La Huérfana”, “An Education”).
Sinopsis En 1972, en plena Guerra Fría, el campeonato mundial de ajedrez cobró proporciones mediáticas y tintes políticos sin precedentes. El enfrentamiento en Reikiavik entre el mítico jugador norteamericano Bobby Fischer y el campeón soviético Boris Spassky fue más allá de la pura competición, calificándose como la “Partida del Siglo”.
Muy buena, se sufre.
José Nieto, primer músico homenajeado por el Festival de Ammagro (Culturproject)
| ||||||||||
|
El verano de May: la madre es la gran actriz de Los limoneros, Hiam Abbass, madre moderna
creíble sólo en su pale si consideramos que es gente pija, de la casta más elevada de Jordania que entronca directamente con los norteamericanos de los que el padre es Embajador en Ammán. No me convenció tanta pijotería y tantos sustos. No sé cómo no acaban de matar al padre de otro infarto, las muy locas.
La direfctora es la misma que de Amerrika, que sí me gustó, y ésta por lo visto llega precedida de La encrucijada, que trata el mismo tema que ahora perfecciona.
El verano de May sigue a May Brennan, una sofisticada neoyorquina que vuelve al hogar de su infancia en Amman, Jordania, con motivo de su boda. Poco después de reunirse con sus hermanas y sus padres divorciados, los innumerables conflictos familiares y culturales llevan a May a cuestionarse el gran paso que está a punto de dar.
La direfctora es la misma que de Amerrika, que sí me gustó, y ésta por lo visto llega precedida de La encrucijada, que trata el mismo tema que ahora perfecciona.
El verano de May sigue a May Brennan, una sofisticada neoyorquina que vuelve al hogar de su infancia en Amman, Jordania, con motivo de su boda. Poco después de reunirse con sus hermanas y sus padres divorciados, los innumerables conflictos familiares y culturales llevan a May a cuestionarse el gran paso que está a punto de dar.
Sunset Song, de Terence Davies: una película para ver eb modo relax y tono bestial
Dirigida por Terence Davies, autor también del guión, la película Sunset Song -larga y genial- se inspira en la novela de Lewis Grassic Gibbon está impregnada de una melancolía lírica y del lamento silencioso del misterio de la vida y en ella vio TD una historia que merece ser contada y logra trazar con ella una epopeya de la vida del campo, con sus enormes sufrimientos y sus escasos gozos, intimista y a la vez abrumadora, llena de fuerza visual.
Ambientada en los albores de la Gran Guerra, transmite ese plus de violencia que deja pequeñas todas las demás tragedias.
Sinopsis: Sunset Song es un relato épico y a la vez intimista, con el que Terence Davies nos cuenta la fuerza de una joven mujer contra las adversidades de la vida rural en Escocia, basándose en la novela homónima del escritor Lewis Grassic Gibbon. La película, ambientada en los primeros años del siglo XX, se centra en los conflictos y las elecciones de vida de una joven heroína, Chris, que lucha entre la tradición y el cambio; una lucha que sigue siendo actual. Sunset Song es a la vez épica en una escala emocional y profundamente romántica en su corazón, resultado del valiente realismo poético de Terence Davies.
En Sunset Song, la joven Chris canta “Song of The Earth” a la humanidad, una rapsodia dedicada a todos nosotros trazando así el eterno ciclo del nacimiento, el matrimonio y la muerte. Es una canción que explora los interminables misterios de la tierra, del hogar y del mayor misterio de todos, la familia. Pues la familia encierra los mayores miedos y alegrías.
La canción es tuya y mía, así como de todo aquel que sienta y que haya sufrido o sido feliz. Es una canción que se escucha con serenidad y valentía frente a la muerte. O frente a la vida.
¿Cómo vencer al tiempo o someter a la naturaleza? Es imposible. Solo podemos seguir adelante.
Al final de esta gran obra, el tiempo y la tierra perduran más allá de la guerra, más allá del sufrimiento humano e, incluso, más allá de su propia existencia.
La canción es tuya y mía, así como de todo aquel que sienta y que haya sufrido o sido feliz. Es una canción que se escucha con serenidad y valentía frente a la muerte. O frente a la vida.
¿Cómo vencer al tiempo o someter a la naturaleza? Es imposible. Solo podemos seguir adelante.
Al final de esta gran obra, el tiempo y la tierra perduran más allá de la guerra, más allá del sufrimiento humano e, incluso, más allá de su propia existencia.
Narrada con indudables acentos bíblicos que van desde la música a las espectaculares imágenes de éxodos y retornos, de sufrimientos indescriptibles y de alegrías inefables, Sunset song es una película terrible y preciosa, demoledora y devastadora para ser vista en modo relax, con calma, la misma actitud relajada que la protagonista Chris mantiene, aún en los momentos más críticos, a lo largo de su historia, . Ella es así y su temple no se altera pase lo que pase, y lo que pasa es muy fuerte. Sólo en contadas ocasiones se rebela y hace muy bien, pero de una manera tan atinada y certera que sin duda se debe a que ella siempre mantiene la calma, ahorra su ira para usarla en momentos precisos y certeros sin alterarse ni despeinarse, qué envidia da ese carácter.
Un modo relax que no es de dormir, no te duermes sino que estás atento porque no se sabe nunca por dónde te puede venir. Y el denominador común de lo que te puede venir es siempre la brutalidad a la que ella sabe sobreponerse y de la que ella sale airosa.
Por eso y esto es un gran acierto de Terence D como director- la escena de la paliza en la cuadra del padre al hijo por algo que a nosotros nos puede parecer una nimiedad marca el tono de toda la película y deja muy bien sentado quién manda aquí, así como la creencia de que si a un hijo no se le endereza, otros lo harán.
Desgraciadamente el veneno, la brutalidad innata o heredada, justificada siempre en la película (tal es la gravedad de lo que se juega cada cual al ejercerla), parece que es inevitable en esta historia de amor y que el que no la saca antes (el padre), la saca después (el marido), de manera que a la luz de éste, el padre queda casi como un héroe íntegro. Con guión y dirección de Terence Davies, sus protagonistas son Agyness Deyn como Chris Guthrie, Peter Mullan en el papel de John Guthrie y Ewan Tavendale en el papel de Kevin Guthrie
Suscribirse a:
Entradas (Atom)