Parecida a la italiana "Si Dios quiere"
A CONTRACORRIENTE FILMS, fiel a su línea de cine europeo de calidad a la vez que grandes éxitos en sus países de origen (“Intocable”, “Bienvenidos al Sur”, “Pequeñas mentiras sin importancia”, “Dios Mío ¿pero qué te hemos hecho?”, “El abuelo que saltó por la ventana y se largó”, “Nuestro último verano en Escocia”, “Mañana empieza todo”), estrena mañana en nuestro país UN ITALIANO EN NORUEGA (“Quo Vado?”). La comedia con el cómico Checco Zalone es la película más taquillera de la historia en Italia con 65.2 millones de euros de recaudación y más de 10 millones de euros. De la mano de Medusa, en su primer fin de semana, UN ITALIANO EN NORUEGA recaudó más de 22 millones de euros y acabó su primera semana en cartelera, superando los 37 millones de euros. La película es una sátira sobre la figura del funcionario y una visión con mucha ironía sobre como un traslado obligado a un país civilizado como Noruega puede hacer temblar las costumbres y los hábitos de la gente del “sur de Europa”. UN ITALIANO EN NORUEGA es la cuarta colaboración de Gennaro Nunziante (director y guionista) y Checco Zalone (actor, guionista y compositor), superando con cada película el éxito de la anterior: “Cado dalle nubi” (2009) con 14 millones de euros de recaudación, “Che bella giornata” (2011) con 43 millones de euros y “Sole a catinelle” (2013) con 52 millones de euros, que también ostentó el título de la película más taquillera hasta la llegada. UN ITALIANO EN NORUEGA tuvo su premiere española esta semana en el Festival Internacional de Cine de Barcelona-Sant Jordi, a la que acudieron Checco Zalone y el productor Pietro Valsecchi. |
Sinopsis:
Checco tiene el trabajo de sus sueños, es funcionario en una provincia del sur de Italia. Tiene 38 años, una novia, vive cómodamente en casa de sus padres y así es feliz. Pero su plácida vida se ve amenazada cuando el Estado decide aplicar recortes y se ve forzado a elegir entre la indemnización o un traslado. Para él, un puesto fijo es sagrado y luchará por mantenerlo sin importar a qué inhóspito rincón del mundo lo quieran enviar. |
13 marzo - 12 junio, 2008
Palacio de Cristal, Parque del Retiro, Madrid
Magdalena Abakanowicz (Falenty, Polonia, 1930), es una de las artistas polacas de mayor proyección internacional. El universo que crea Abakanowicz está habitado por grupos de figuras humanas, fragmentos de cuerpos o de vegetales que ocupan una geografía entre la realidad y el sueño, reminiscencias míticas, personajes literarios, evocaciones del mundo de su infancia. Su obra está marcada también por la experiencia de un país asolado por la guerra y su vivencia en un régimen totalitario bajo la órbita soviética. Un compendio de imágenes que la artista canaliza a través de una obra cargada de misterio y energía.
A mediados de los sesenta Abakanowicz obtuvo un gran reconocimiento en la VII Bienal de Sao Paulo con sus "Abakans" unos tapices tridimensionales biomórficos y abstractos que presentó reunidos como un enigmático bosque totémico. Abakanowicz ha experimentado formas y estructuras muy diversas. De los materiales textiles pasó a explorar las posibilidades del bronce, la madera o el acero inoxidable. A mediados de los ochenta realiza una serie de proyectos monumentales en espacio abiertos La variedad de figuras multiplicadas y la seriación de esculturas, ya sean de personas o animales, caracterizan su trabajo, de cuyo lenguaje explora la condición humana, la tensión entre lo individual y lo social, la identidad y el anonimato, el deseo y la realidad. Las instalaciones de Abakanowicz están pobladas de multitudes de cuerpos, figuras de bronce o madera, cabezas de hombres, animales y dragones, árboles que se confunden con manos y torsos humanos. Su lenguaje plástico se caracteriza por el monumentalismo, la fascinación por la naturaleza y una concepción espacial de sus esculturas que causa un potente efecto escénico al agruparlas como una sola creación.
En esta exposición, que la artista ha ideado para el Palacio de Cristal, Abakanowicz reúne un grupo de obras representativas de su larga trayectoria junto a nuevas piezas, bajo una carpa que protege y aísla del mundo exterior, al tiempo que logra crear una atmósfera cálida e irreal. Estas figuras se convierten en una narración fantástica de artefactos metálicos y naturaleza. El mito y lo fantástico son asuntos recurrentes en la obra de Abakanowicz y en este caso la leyenda del rey Arturo es utilizada para hablar de los principios, ética y dignidad que rigen a los caballeros, frente a los valores perdidos en el mundo actual. (Falenty, Polonia, 1930), es una de las artistas polacas de mayor proyección internacional. El universo que crea Abakanowicz está habitado por grupos de figuras humanas, fragmentos de cuerpos o de vegetales que ocupan una geografía entre la realidad y el sueño, reminiscencias míticas, personajes literarios, evocaciones del mundo de su infancia. Su obra está marcada también por la experiencia de un país asolado por la guerra y su vivencia en un régimen totalitario bajo la órbita soviética. Un compendio de imágenes que la artista canaliza a través de una obra cargada de misterio y energía.
En esta exposición, que la artista ha ideado para el Palacio de Cristal, Abakanowicz reúne un grupo de obras representativas de su larga trayectoria junto a nuevas piezas, bajo una carpa que protege y aísla del mundo exterior, al tiempo que logra crear una atmósfera cálida e irreal. Estas figuras se convierten en una narración fantástica de artefactos metálicos y naturaleza. El mito y lo fantástico son asuntos recurrentes en la obra de Abakanowicz y en este caso la leyenda del rey Arturo es utilizada para hablar de los principios, ética y dignidad que rigen a los caballeros, frente a los valores perdidos en el mundo actual. (Falenty, Polonia, 1930), es una de las artistas polacas de mayor proyección internacional. El universo que crea Abakanowicz está habitado por grupos de figuras humanas, fragmentos de cuerpos o de vegetales que ocupan una geografía entre la realidad y el sueño, reminiscencias míticas, personajes literarios, evocaciones del mundo de su infancia. Su obra está marcada también por la experiencia de un país asolado por la guerra y su vivencia en un régimen totalitario bajo la órbita soviética. Un compendio de imágenes que la artista canaliza a través de una obra cargada de misterio y energía.
A mediados de los sesenta Abakanowicz obtuvo un gran reconocimiento en la VII Bienal de Sao Paulo con sus "Abakans" unos tapices tridimensionales biomórficos y abstractos que presentó reunidos como un enigmático bosque totémico. Abakanowicz ha experimentado formas y estructuras muy diversas. De los materiales textiles pasó a explorar las posibilidades del bronce, la madera o el acero inoxidable. A mediados de los ochenta realiza una serie de proyectos monumentales en espacio abiertos La variedad de figuras multiplicadas y la seriación de esculturas, ya sean de personas o animales, caracterizan su trabajo, de cuyo lenguaje explora la condición humana, la tensión entre lo individual y lo social, la identidad y el anonimato, el deseo y la realidad. Las instalaciones de Abakanowicz están pobladas de multitudes de cuerpos, figuras de bronce o madera, cabezas de hombres, animales y dragones, árboles que se confunden con manos y torsos humanos. Su lenguaje plástico se caracteriza por el monumentalismo, la fascinación por la naturaleza y una concepción espacial de sus esculturas que causa un potente efecto escénico al agruparlas como una sola creación.
En esta exposición, que la artista ha ideado para el Palacio de Cristal, Abakanowicz reúne un grupo de obras representativas de su larga trayectoria junto a nuevas piezas, bajo una carpa que protege y aísla del mundo exterior, al tiempo que logra crear una atmósfera cálida e irreal. Estas figuras se convierten en una narración fantástica de artefactos metálicos y naturaleza. El mito y lo fantástico son asuntos recurrentes en la obra de Abakanowicz y en este caso la leyenda del rey Arturo es utilizada para hablar de los principios, ética y dignidad que rigen a los caballeros, frente a los valores perdidos en el mundo actual.
En esta exposición, que la artista ha ideado para el Palacio de Cristal, Abakanowicz reúne un grupo de obras representativas de su larga trayectoria junto a nuevas piezas, bajo una carpa que protege y aísla del mundo exterior, al tiempo que logra crear una atmósfera cálida e irreal. Estas figuras se convierten en una narración fantástica de artefactos metálicos y naturaleza. El mito y lo fantástico son asuntos recurrentes en la obra de Abakanowicz y en este caso la leyenda del rey Arturo es utilizada para hablar de los principios, ética y dignidad que rigen a los caballeros, frente a los valores perdidos en el mundo actual.